El hotel solidario de Rafa Nadal

Cuando se tramitaba una ley del Parlament de Baleares que permitía que la residencia de deportistas de Rafa Nadal  en Manacor pudiese utilizarse también como hotel, alguna formación política, sobre todo Podemos, lanzó el grito en el cielo. Consideraban vergonzoso el trato de favor al, sin discusión, mejor deportista de la historia de España e incluso llamaron "ley Nadal" al polémico artículo que autorizaba la comercialización de la residencia como establecimiento turístico.

Evidentemente el provincianismo de los políticos locales les hace desconocer, por ejemplo, que cuando la residencia de la Selección Española de Fútbol que hay en Madrid no aloja a futbolistas se utiliza como hotel. Cualquiera puede dormir en la habitación donde descansan Ramos, Busquets y compañía. Y en Londres las residencias de universitarios también cumplen funciones de hoteles cuando las aulas están cerradas. Lo que es habitual en media Europa, en Mallorca era un escándalo. 

No es que Rafa Nadal quisiera construir un resort en medio de Manacor, donde por cierto no hay ninguna oferta hotelera y tampoco vendría mal alguna plaza turística. Simplemente se trataba de  utilizar la residencia como hotel para poder rentabilizar el establecimiento desde el punto de vista económico. Después de la lamentable campaña de desprestigio, la enmienda se aprobó.

El martes por la noche, la residencia de Nadal alojó a 50 personas que se quedaron sin casa tras el desastre natural vivido en el pueblo de Sant Llorenç. Lo hizo sin publicidad, sin cámaras de televisión, pero fue un gesto solidario que debe agradecerse, uno más del laureado deportista mallorquín. Los políticos no acudieron a Sant Llorenç esa noche. Debía llover mucho, pero sí han ido este miércoles, con Pedro Sánchez a la cabeza, y evidentemente acompañados por una nube de fotógrafos. Doce horas antes, Nadal ya había puesto su casa a disposición de los afectados. Esa es la diferencia.