El fin de semana de Air India

No se imaginan ustedes el fin de semana que ha tenido Air India. La compañía aérea pública de la India es un verdadero monstruo en todos los sentidos: en tamaño y en torpeza de movimientos. Su operatividad es tan mala que, como South African Airways, nadie cree que sobreviva mucho tiempo. De hecho, el gobierno no quiere más que deshacerse de ella.

Pero las cosas se han de hacer paso a paso y este sábado casi todo se va al diablo cuando empezó a correr el rumor de que la compañía cerraba. Una idea totalmente verosímil viendo el desastre al que ha llegado y, también, viendo que su antigua rival privada, Jet Airways, quebró.

Su máximo responsable, Ashwani Lohani, se dedicó todo el sábado a decir que los rumores no tienen fundamento. “Los rumores que dicen que Air India va a cerrar no tienen fundamento. Air India va a seguir volando y no hay motivo de preocupación para nadie afectado”. 

La compañía pierde al día Rs 8,556 crore, que es poco más de un millón de euros. Pero tiene una deuda viva insoportable y no hay indicios de que este desorden pueda ser arreglado. El gobierno ha decidido privatizarla y entregarla a quien se la quiera quedar –no hay muchos voluntarios, porque la cultura operativa es francamente insufrible– pero, sin embargo, parece que no quiere soportar el precio de un cierre desordenado.

O sea que sí, es verdad, la compañía está hecha unos zorros pero seguirá hasta que se entregue a un particular, para lo cual falta muy poco tiempo.