Dos corporaciones humanas

En medio de la locura en la que se ha convertido la política contemporánea, sobre todo en algunos países, hay un gesto que no se puede pasar por alto y que merece ser destacado.

Hace unos días, Estados Unidos estaba viendo qué medida adoptaba contra los inmigrantes ilegales. En un momento dado, prácticamente se había decidido que cuando los viajeros fueran una familia con niños, los niños serían repatriados de inmediato mientras que los padres entrarían en un centro de detención a seguir el proceso judicial. Se iba a obligar a las aerolíneas devolver a los pequeños.

La medida de Donald Trump era prácticamente una decisión firme. Pero allí, cuando nadie se lo esperaba, dos compañías aéreas fueron absolutamente contundentes en su oposición: United y American Airlines se negaron en redondo a trasportar niños sin sus padres. Alguna de ellas incluso utilizó palabras un tanto gruesas para referirse a la decisión que estaba a punto de adoptar Washington.

Presumiblemente, esta negativa de las aerolíneas llevó a Donald Trump a reconsiderar su decisión.

Después, cuando ya todo estaba calmado, otras aerolíneas también dijeron que no transportarían niños separados de sus padres, pero para entonces ya Trump había rectificado.

Es interesante recordar que estas dos aerolíneas asumieron un riesgo y fueron valientes. No es fácil oponerse al gobierno de alguien tan imprevisible como Trump. Normalmente de estas empresas esperamos un sometimiento al mercantilismo: si hay dinero, aceptamos; si no lo hay, rechazamos. Pero en este caso fueron más allá de sus obligaciones. Y, muy importante, la bolsa las premió de inmediato con un aumento de su cotización.