Air France en el espejo de IAG

IAG, el grupo que abarca a British Airways, a Iberia, a Vueling y desde 2015, a Aer Lingus, acaba de publicar sus resultados económicos. De los tres grandes europeos, es el segundo que lo hace. Antes lo había hecho Air France-KLM que, como su nombre indica, incluye a las compañías de bandera de Francia y de Holanda, más Transavia, Hop y algunas filiales de menor envergadura. Aún nos queda saber cómo le ha ido a Lufthansa.

En términos comparables, la capacidad comercial de franceses y británicos es similar. Air France-KLM es un poco más pequeña, pero en todo caso, nada significativo. Los dos grupos tienen situaciones de mercado parecidas, viviendo ambos las mismas tensiones con las low cost que han aparecido en Europa en los últimos años. Si acaso, British Airways ha podido haber sufrido más hace unos años, porque Ryanair e Easyjet empezaron operando desde Gran Bretaña, aunque es verdad que más recientemente Francia ha visto una invasión de compañías de este tipo.

Pues bien, en términos comparables, IAG presentó unos beneficios de 1.952 millones de euros mientras que Air France ganó 792.

Esta es la realidad. Esto es lo que explica las declaraciones del presidente del grupo francés diciendo que lo que han ganado no va por mal camino, pero que no basta. Piensen que IAG no ha tenido un año brillante; por un lado porque perdió unos 400 millones por la devaluación de la libra (o dejó de ganar, si ustedes prefieren), por otro porque fue un año malo para Vueling, y finalmente porque Iberia, aunque gana, no está aún a pleno rendimiento.

Del lado de Air France y KLM, el punto crítico es que KLM, la holandesa, aporta la mayor parte de los beneficios de la compañía, lo que indica la tremenda endeblez del consorcio francés.

¿Entendemos qué quiere decir Air France cuando explica que esos beneficios no bastan para mantenerse competitivos?