Air Europa en Venezuela: solución urgente

La situación en Venezuela es desastrosa. No se crean que todo empeoró ahora, con Maduro. La seguridad en ese país era mínima desde tiempos bastante lejanos. Lo que ha ocurrido con Maduro es que el desastre ha empeorado a niveles que prácticamente no tienen comparación en el mundo. La sanidad está en una crisis profunda por la falta de equipos y de medicamentos, lo que convierte una enfermedad, incluso la de menor importancia, en un riesgo serio para la vida. La alimentación es insuficiente, por los mismos motivos. Por lo tanto, estar en ese país es poco recomendable.

Desde que las cosas han llegado a niveles tan serios, los países y las empresas que tienen personal en Venezuela han ido adoptando medidas para prevenir problemas con sus equipos humanos. Un accidente, un siniestro, una enfermedad en Venezuela hoy puede ser incurable por falta de recursos para abordarlo.

Por eso, Air Europa debe tomarse en serio el problema. Hace ya tiempo que otras aerolíneas han optado por que sus aviones, tras aterrizar se llevan al personal en el mismo avión. La solución no tiene por qué ser esta, pero es fundamental que haya una medida convincente que ofrezca garantías a los empleados de la compañía. La solución, sea cual sea, debe garantizar la seguridad para los trabajadores. Los tripulantes de los aviones son personas con el derecho básico a la atención médica y a la seguridad, estén donde estén. También en el infierno caraqueño.

Air Europa, sin embargo, da la impresión de que no se toma este tema en serio. Hace ya mucho tiempo que debía haber hecho algo creíble en pos de la seguridad de sus trabajadores, porque el problema es real y grave. Hay que tener en cuenta, además, que el aeropuerto de Caracas se encuentra a unos 40 kilómetros de la ciudad, enlazada únicamente por una autopista que suele ser objeto de cortes por diversos motivos, lo que aún agrava el riesgo para quienes están en el aeropuerto o en sus inmediaciones.

Es por todo esto que la compañía aérea debería dejar de dar el espectáculo que está dando, en el que da la impresión de que sus trabajadores la traen al pairo. No es serio que las cosas se planteen en estos términos a día de hoy, sobre todo conociendo como conocemos cuánto hace que el problema es serio y que exige soluciones.