Los trasplantes de pelo han disparado el turismo en Turquía

Si usted pasea por el aeropuerto de Estambul, existe una posibilidad muy elevada de que vea a alguna persona luciendo una especie de turbante negro en su cabeza, con una forma inusual, incluso con un mensaje en el lateral. Aunque muchos se lo han preguntado, no se trata de una nueva religión que exija el uso de esta cinta.

Es algo mucho más sencillo: es el tipo de protección que centenares de clínicas dan a los clientes que se someten a un trasplante de pelo en Estambul. En 2017, el país que domina el mercado, Turquía, hizo unos 5.000 trasplantes a turistas extranjeros que visitaron la ciudad, en centenares de clínicas.

Se calcula que este negocio movió el año pasado alrededor de 870 millones de dólares, con una competencia feroz entre los especialistas, lo que ha provocado una caída de los precios. Mientras en cualquier país europeo, una intervención de este tipo supera siempre los 6.000 euros, en Turquía puede ir desde los 1.250 a los 2.500 euros, incluyendo dos noches de hotel, pero no el avión.

Hoy hay tour-operadores en varios países europeos que ofrecen una visita a Estambul, trasplante de pelo y diversas excursiones, por un precio módico. Los viajeros terminan con sus cabezas envueltas en estos turbantes de color negro, que son tan frecuentes en el aeropuerto.

Un viaje normal significa que el paciente debe dedicar un día a la clínica. Todo requiere de unas nueve horas. Primero se afeita y anestesia al paciente, y después se implantan los nuevos cabellos.

Este fabuloso negocio fue iniciado por los propios turcos, absolutamente influidos por la televisión, especialmente las telecomedias brasileñas. Según la moda que se vea en pantalla, muchas personas decide operarse. Las clínicas posteriormente se abrieron al mercado europeo, con un éxito sorprendente.

Lejos, también Irán compite con Turquía, aunque en este caso no sólo se trata del cuero cabelludo sino en general de la cirugía estética. En Irán, los clientes son primordialmente locales, pero el gobierno ha dicho que desea abrir el mercado a la entrada de turistas con divisas frescas.