El impuesto al turismo abre grietas en las distintas formaciones políticas que integran las Cortes valencianas y al sector empresarial. Mientras el PSPV-PSOE renuncia a implantarla con los empresarios en contra, Compromís y Unides Podem insisten en avanzar en un acuerdo y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, la reclama para poder financiar servicios municipales a ciudadanos y turistas.
Para el nuevo director general de Turismo del gobierno valenciano, el socialista Herick Campos, la ecotasa no se encuentra en la agenda del Consell y, es más, cree que podría restar competitividad al sector, toda vez que abogaba por otros objetivos como la lucha contra el alojamiento no reglado, informa Público.
El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, también ha reiterado hace unos días que la tasa no forma parte del acuerdo programático del Consell, mientras que la vicepresidenta Mónica Oltra, aboga por estudiar profundamente las diferentes configuraciones que el impuesto puede asumir.
Por su parte, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, uno de los partidarios más acérrimos de gravar las pernoctaciones hoteleras, ha continuado insistiendo en la necesidad de que los turistas contribuyan a pagar una parte de los servicios de los que se benefician durante su estancia en la ciudad.
Un informe de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec) revela que el sector hotelero de la comunidad valenciana crece a un ritmo superior a la media estatal y registra un aumento en el número de turistas y de pernoctaciones en hoteles durante el primer semestre de 2019.
Las buenas cifras del sector llevan a la patronal hotelera a estar en contra de la tasa turística, explicando que se trata de un impuesto asfixiante para las empresas y los ciudadanos y que grava exclusivamente el alojamiento hotelero reglado, favoreciendo así a la economía sumergida.
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