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EDICIÓN ESPAÑA

Gandía quiere atraer un turismo joven, pero no como el de Magaluf

arturo-torro-gandia“Turismo joven sí, pero nada de locuras como Magaluf”. Arturo Torró, alcalde de Gandía, tiene claro que lo más importante en el municipio que regenta es la seguridad y tranquilidad de sus habitantes, lo cual no necesariamente tiene que estar reñido con ser un destino para el turista joven.

 

El objetivo del alcalde es desestacionalizar el turismo en un municipio que pasa de 76.000 habitantes a 250.000 en julio y agosto, pero cuidando la calidad de tal modo que desde que puso en marcha su política de seguridad, en Gandía no hay top manta, ni botellón en las zonas urbanas, ni coches discoteca, ni manifestaciones molestas para el resto de los habitantes.

 

El Servicio de Atención Ciudadana creado en julio de 2013 se encarga de velar por el silencio en las calles de la capital de la comarca de Safor: “éramos una especie de informadores turísticos que orientábamos a la gente”, ha dicho su coordinador a El Mundo. Se encargaban de orientar a la gente y también de prevenir hurtos, así como de dar parte de cualquier incidencia en el mobiliario urbano.

 

Por aquél entonces, se vinculaba el municipio al reality show Gandía Shore y la imagen de “fiesta y desfase”, pero el coordinador del SAC ha comentado que en realidad “nunca ha sido así”, por lo que Torró y su equipo de Gobierno se pusieron manos a la obra para cambiar esa visión. Otra de sus medidas ha sido reducir el padrón en más de 3.000 personas.

 

Los vigilantes de la playa pasaron a ser el SAC, donde toda la plantilla se renueva cada tres meses con desempleados a quienes se forma y han de patrullar las calles en cuatro grupos que controlan el botellón y el ruido por las noches; los informadores de la playa; los encargados de la medición sonora y los que vigilan los barrios entre las 18:00 y las 22:30 horas.

 

Los integrantes del SAC actúan con autoridad pero de forma amable y si hay algún problema, llaman a la policía. Estos guardianes disuasorios a quienes se les conoce también como “chivatos” porque alertan a los agentes, y si hay falta, son quienes ponen las multas, que en el caso de ruido ascienden a 1.000 euros. 


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    paco
    9 años

    Un destino perfecto para un fam trip del ayuntamiento de Calvia ...

    estaeslacosa
    9 años

    Sr Alcalde:
    Su pueblo será lo que los negociantes y empresarios quieren que sea.
    Y si los hoteleros pican el anzuelo de los T.T.O.O que exigen tarifas lowcost a cambio de una buena ocupación, su pueblo se convertirá en algo parecido a Magaluf, pero sin el pasado y la riqueza que Magaluf ofreció al turismo nacional antes de caer en la trampa del lowcost.

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