Cataluña turística: ya no juega en la Champions

Algunos talibanes se pondrán como quieran al leer estas líneas, pero los datos cantan por si solos. Me agarro a la vieja máxima: la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero.

Ahí van algunos datos. El 70 por ciento de las empresas turísticas catalanas o implantadas en ese territorio reconocen que el impacto del llamado ‘procès’ está siendo (en presente continuo) letal para sus intereses y, por ende, para los intereses generales, sus empleados, el erario público, la imagen de Cataluña/España y para el futuro.

Más datos irrefutables. El Grupo Meliá hace descuentos de hasta el 35 por ciento para poder mantener siquiera un mínimo nivel de ocupación en sus instalaciones hoteleras en aquella comunidad autónoma. El Imserso no consigue colocar ni el 50% de sus plazas ofertadas en aquella tierra y el jefe de Hotusa, Amancio López, ha dicho recientemente –con dígitos en la mano- que será muy difícil que este territorio, vuelva a jugar la Champions turística compitiendo en Europa y con el resto de los territorios que componen España. Claro, también he leído que algunos lectores han descalificado al señor López en su análisis de la coyuntura en Cataluña por el hecho de que es amigo de Mariano Rajoy o ha pasado algún fin de año cantando las uvas del atardecer.

Lo cierto y muy relatado es que la economía catalana, que tenía en el negocio turístico uno de sus puntales de su otrora boyante economía desde que comenzó el chollo, se viene abajo hasta el punto que los autores del desaguisado (‘procès’) no saben dónde meterse ante la rebelión ciudadana que estos días tiene lugar ante la miseria que corroe al sector público y los servicios de aquella comunidad autónoma que sigue recibiendo generosos cheques desde Madrid para poder mantener el chiringuito.

A lo anterior se podría unir docenas de datos más que corroboran un hecho fehaciente: el intento de secesión por parte de dirigentes y apesebrados políticos van a dejar, si el ‘seny’ lo remedia, aquello como un auténtico erial. Naturalmente, la culpa de todo ello lo tendrán los madrileños, andaluces, los castellanos, los gallegos, los extremeños y los riojanos. Eso ya lo sabemos. Nunca aceptarán que la incertidumbre mundial a la que han sometido a Cataluña, que siempre fue un ejemplo de emprendimiento y buen hacer empresarial, concluye en estos lodos. Esta es la verdad. Y la verdad siempre es la verdad.

DEL BREXIT A JING PING

La semana española ha tenido también otros corolarios de singular importancia en un momento de desaceleración para el turismo español. El Reino Unido ya instalado en el maldito Brexit que hay que aceptar como una decisión democrática anda muy preocupado por el tema emisor. Porque será difícil que el pueblo británico deje de viajar como lo ha venido haciendo hasta ahora aún a costa de un puñado de libras más. Desde Gibraltar a Canarias o la Costa del Sol. Sus profesionales tratan de arreglar con Westminster y Downing Street (10) algún arreglo con los vuelos turísticos a estos destinos españoles. ¡Parece mentira en el mundo de la globalización!

Llegó el emperador chino, Jing Ping, el heredero de Mao y de Hwan ku Feng, es decir, entre el comunismo y el posibilismo comunista que tan certeramente interpretó Deng. Bien observada la visita del presidente chino, éste se ha fijado más en el turismo que en cualquier otra cosa. Sabe que España es una potencia mundial y el necesitó vender su país para acertar en unas impresionantes inversiones (públicas con gestión privada) realizadas. Ping pidió más vuelos entre España y los aeropuertos asiáticos.

¡A ver quién recoge ese guante!