Malta: la corrupción acaba con el ministro de Turismo

La distancia entre Malta y Sicilia es corta. No sólo en kilómetros sino, aparentemente, en prácticas políticas. La pequeña isla mediterránea está sumida en un tremendo escándalo, como resultado del asesinato de una periodista a la que se le puso una bomba en su coche y murió.

La periodista Daphne Caruana Galizia, había hecho acusaciones de corrupción que incluso afectaban a miembros del gobierno. Ha pasado el tiempo y ahora el ministro de turismo maltés, Konrad Mizzi, ha tenido que dimitir por este asunto. No es el único, también se ha marchado Keith Schembri, el jefe de gabinete del primer ministro, mientras que el ministro de Economía, Chris Cardona, sigue en el cargo, pero a suspendido sus funciones, una figura bastante inusual en España.

Mientras Mizzi explicó a los periodistas que “ante las circunstancias extraordinarias que se viven en Malta y el sentimiento general, pienso que lo correcto es dimitir. No he hecho nada incorrecto penalmente”, pero la periodista asesinada acusó al ministro de corrupción.

Ahora la policía ha detenido a una persona que dice saber lo que ha sucedido. Esta persona está dispuesta a hablar a cambio de inmunidad. Y de todo esto se está empezando a adivinar la verdad.

Malta ha sido criticada internacionalmente por cómo ha manejado este caso, suficientemente grave al suponer la muerte de una persona, además muy popular en el país.

La gestión turística de Mizzi es bastante buena. No sólo logró que Ryanair escoja su país como una base privilegiada, bajo cuya bandera volarán la mayor parte de los aviones, sino que relanzó la imagen del país como destino joven, gracias a un acuerdo con la MTV. Pero su gestión como ministro de Energía y sus relaciones con empresarios del sector ha arrojado muchas dudas que ahora se saldan con esta dimisión.