Los “mierdas” del sector turístico que estuvieron en Colón 

Entre las decenas de miles de personas que acudieron a la manifestación de la plaza de Colón el pasado domingo para pedirle a Pedro Sánchez que no demorara más las elecciones y reivindicar, de paso, la unidad de España tras los vaivenes y pasteleo de él y de varios de sus ministros, que no todos, con los representantes del secesionismo y del supremacismo catalán, entre esa multitud, digo, había una variopinta representación de componentes del sector turístico español. 

Miembros de la familia turística que con todo el derecho del mundo fue a manifestarse a esta plaza madrileña, tal cual hicieron de forma pacífica, muy ordenada y sin ningún cántico ultramontano, otras personas de la propia capital del Reino y de otras ciudades y pueblos de España.

Manifestantes todos que fueron tildados por una humorista nada top de forma artera y despectiva como “mierdas” y de “odiosos” por escritores como Manuel Vicent y Almudena Grandes. 

El calificativo “mierdas” sobre esta gente ha prevalecido días después muy por encima de los de “odiosos", “fachas” y otros epítetos por el estilo. Analistas y escritores siguen usando esta palabra, unos con sorna y otros como recurso literario, a la hora de publicar sus informes y opiniones acerca del 10-F, incluido en sus titulares, especialmente en los digitales generalistas menos sectarios, pocos, pero que haberlos haylos. “Mierdas” forever sin remedio. Y lo que te rondaré... 

De los turísticos que se dejaron ver en Colón, casi todos con banderas —la española y constitucional— había personas de todo tipo y condición que para nada son mierdas, ni siquiera con comillas. Representantes de compañías aéreas, de asociaciones de aerolíneas, de cadenas hoteleras, de asociaciones de hoteles, agentes de viaje y algún dirigente hotelero venido en avión desde provincias. Hasta un ex secretario de Estado de Turismo y ex socialista. “Mierdas” decentes y con sentido de Estado. 

Algunos de esos integrantes de la familia turística española que acudieron a la plaza de Colón y alrededores, entre ellos catalanes afincados en Madrid, llegaron a colgar fotos en las redes, con sus familiares y envueltos en la bandera. Otros se quedaron en Castellana con Hermosilla, mientras que ex directores jubilados de los dos hoteles de más renombre de Madrid , antiguos competidores, se personaron en Goya. Por cierto, los hoteles del barrio de Salamanca próximos a Colón tuvieron ese fin de semana una magnífica ocupación.