Multinacionales de las copas y la comida

Estamos acostumbrados a que, de las empresas turísticas, sólo los grupos hoteleros y los touroperadores se expanden por el mundo. El resto, la llamada oferta complementaria, rara vez consigue salir de sus propias fronteras. Hasta ahora. 

Recientemente se inauguró en Santorini, Grecia, un club exclusivo, que nació en Mallorca y que aspira a ir por todo el mundo. Y no es el único. Los clubs en realidad son bares, para hablar claro, con pretensiones sofisticadas, con ambientes exclusivos. Hacer de un bar un negocio capaz de extenderse por el mundo no es fácil. Pero cualquiera que conozca los locales de Puro o de Nikki, comprende que es posible.

En medio de los grandes hoteles de Magalluf, está Nikki. Es un edificio entero con acceso directo a la playa, donde está el club más exclusivo de Magalluf. Sobrepasa los límites pero con clase. No es un antro de borrachos. Nikki ha crecido, se ha consolidado y ahora se expande por el mundo.

También en la costa de Palma, en una pequeña península conectada con tierra por una calle, hay un club que originalmente era un pequeño puerto. Reformado, es Puro. Puro es una cadena de clubs que ofrece lo mismo que Nikki: bebidas, música, ambiente, a precios que usted ya se imagina. Lógicamente, los dos negarán que se parezcan porque lo suyo es exclusivo y lo exclusivo no se parece más que a sí mismo.

Los dos, sin embargo, están comenzando a expandirse por el mundo. Han llegado a la Península y ahora se van por el mundo. En algunos casos, además, ofrecen pequeños hoteles. Es lo que pasa con Puro en el centro de Palma o ahora, con Nikki, en Santorini. Cuando el hotel no es lo importante.

En la exclusiva Santorini, Nikki abre su club con 62 habitaciones de lujo, y lo que es más suyo, bares y restaurantes. Vean: dispone de un club de playa (playa volcánica, de arena negra) donde están los platos habituales de Nikki, entretenimiento en vivo, con el Café Nikki, restaurantes griegos y peruanos –la cocina de este país está de moda—y el Skybar que ya se imaginan, es lo más de lo más.

Nikki, además de Mallorca, está ahora ya en Costa Esmeralda, Cerdeña; Saint Barth; Saint Tropez y Monte Carlo. Y la expansión continúa.

Lo mismo ocurre con Puro, hoy ya en Illetas, también en Mallorca; en Barcelona, Marbella, Denia, el Algarve portugués; Taghazout, en Marruecos, en una línea similar.