Eurowings pierde 65 millones de enero a septiembre de 2018

Únicamente hay un lugar en el mundo en el que Eurowings es denominada “aerolínea low-cost”: en la sede de Lufthansa, la propietaria de la compañía que agrupa los vuelos de corto radio del operador alemán (aunque también tiene algún vuelo de largo radio). Sus costes son los más altos de todas las aerolíneas de este tipo.

Por eso, no es de extrañar que en los primeros nueve meses de este año, uno de los mejores años de la historia de la aviación, tuviera unas pérdidas de 65 millones de euros, precisamente cuando el año pasado acabó con un beneficio moderado, de 144 millones.

Eurowings ha tenido un año complicado porque integró diversas partes de la antigua Air Berlín, pero en todo caso, no es un año que pueda justificar un desvío de 200 millones respecto de lo que había tenido el año pasado.

Los malos resultados de Eurowings han ayudado a ue los beneficios de Lufthansa cayeran, pero cayeran siempre dentro de una banda de confort. Lufthansa tuvo uno beneficios un 6 por ciento inferiores, de 1.700 millones de euros, lo que confirma que la alemana y el grupo IAG se consolidan como las dos líderes europeas en el largo radio.

Carsten Spohr, el director general de Lufthansa declaró al anunciar los resultados que “en 2017 aprovechamos una oportunidad histórica para crecer en el sector”, añadiendo que “fue la decisión correcta en términos estratégicos, incluso aunque Eurowings está teniendo un año muy complicado” (Lufthansa también gana menos de lo previsto por la subida del petróleo).

La salidez del gigante alemán no se tambalea con la subida del combustible y, sobre todo, las cancelaciones y los retrasos en su filial de low-cost que ha tenido un año desastroso.
Los beneficios del grupo para 2018 serán inferiores a los del año anterior, pero sólo ligeramente.