El primer crucero donde no comer como cerdos

¿No va la gente a los cruceros a comer como cerdos? ¿Qué sentido tiene, entonces, ir a pasar hambre? Weight Watchers (los vigilantes del peso, en traducción libre) es una organización que ya tiene 55 años de antigüedad y se dedica a que la gente adelgace (cobrándoles, por supuesto). Acaba de lanzar su tercer crucero con MSC, la naviera italiana, dirigido a quienes quieren viajar pero no cebarse comiendo.

El crucero parte desde Miami y para en Jamaica, las Islas Caimán, Cozumel, Nassau, para regresar al origen. Yo crucero se presenta como una ocasión para socializar, conocer nuevos amigos y escuchar cómo adelgazar. “Es una semana de salud y bienestar en el mar”.

Adelgazar, para empezar, es barato. El crucero, de ocho días, cuesta 3.500 dólares, exactamente la mitad de lo que costaría un viaje similar en un barco lleno de comida. El barco transporta 4.500 personas, lo que quiere decir que hay 4.500 personas dispuestas a adelgazar en el mar.

Los muchos clientes de Weight Watchers saben que es tradición que en cada plato de comida esta organización pone un sistema de puntos que hay que coger cuando se come de eso. A menos puntos, más premio. Y menos kilos.

Aparentemente hay un problema: el barco para en diversos puertos en los que no puede haber vigilancia constante, con lo que el riesgo de romper la dieta es muy elevado. De hecho, las calles más cercanas al puerto son una constante tentación para los viajeros hambrientos.

El viaje, sin embargo, no es exactamente pasar hambre. De hecho se sirven hasta 150 comidas diferentes. Variedad, por supuesto. Las cenas tienen tres entrantes y tres postres. De forma que algo se consigue. Y, encima, para dar más la caña, hay clase sobre cómo cocinar sano.

Como ven, los cruceros llegan a todos, también a quienes no quieren comer.