De nuevo, en riesgo la pareja Air France-KLM

Ya antes del virus, la pareja KLM-Air France había tenido algunos enfrentamientos públicos. No llegan a los malos tratos, pero aquello no es un matrimonio bien avenido. Pero es que ahora, con el stress del Covid, las cosas empiezan a ser amenazantes. Especialmente por la familia: Air France exhibe a su gobierno contra Holanda y al revés, lo mismo. Y nada odia más una pareja que a los suegros entrometiéndose en todo.

En el tercer trimestre, el grupo perdió 1.600 millones. Son resultados catastróficos, pero no más de lo que lo son en el resto de las aerolíneas. Sin embargo, en este caso las pérdidas vuelven a reabrir las tensiones.

Como es parte esencial de la cultura francesa, que no de la holandesa, la idea de la nacionalización vuelve a aparecer. Jean-Baptiste Djebbari, el secretario de Estado encargado de Transportes, dijo a la televisión RTL que “la nacionalización de Air France es una opción técnica”, recordando que el estado es titular del 14 por ciento del capital. También es seguro que hay que inyectar capital en Air France. Y también es probable que no todos los accionistas privados quieran acudir a esa ampliación, mirando al titular del 14 por ciento, el estado, para que responda. Anne Rigail la directora de Air France, dijo a una radio que “dados nuestros malos resultados, vemos que tendremos que fortalecer nuestro balance. Y eso pasará por una recapitalización”.

París ya inyectó 7.000 millones de euros en Air France –los 3.400 millones del gobierno holandés, como este matrimonio mantiene separación de bienes, han ido a KLM–, pero eso no bastará para nada. “Hay que fortalecer los fondos propios” señala Martin Vial, el responsable de lo que en España sería la SEPI; la sociedad pública que canaliza las inversiones en empresas que pasan como privadas. 

En Holanda, algunos senadores hablan claramente de la independencia de KLM, a lo cual ayuda que en los últimos diez años todos los beneficios de KLM no han servido para nada porque las pérdidas de Air France los desbordaron. El ministro de Finanzas, Wopke Hoekstra, dijo que “todos los escenarios imaginables están ahora sobre la mesa”, lo cual no significa nada pero incluye la ruptura con París como opción.

Porque al mismo tiempo, las relaciones como países entre los gobiernos francés y holandés son tensas por este asunto. 

O sea que el virus todavía no ha dicho su última palabra en esta relación mal avenida.