Baleares rectifica la prohibición de la música por disc jockeys

No es fácil que un gobierno rectifique sus propios acuerdos en cuestión de días. Pero esto es lo que ha tenido que haber Baleares con su decisión del pasado 22 de mayo según la cual quedaban prohibidas las actuaciones de disc jockeys. La cuestión movilizó al mundo de la música en Europa, consumidor ávido de lo que les ofrece Ibiza.

De manera que lo que el 22 era un peligro para la salud, debido al Covid, a las pocas horas se convirtió en un “espectáculo cultural en vivo", por lo que queda permitido dentro de las condiciones establecidas, como la de no poder comer ni beber en espacios cerrados con este tipo de actuaciones musicales. 

La movilización en redes sociales fue apabullante, lo que llevó a la Dirección General de Emergencias e Interior a rectificar su primera consideración. Porque, originalmente, la disposición autonómica decía que "la actuación de un DJ es una actividad de amenización por medios mecánicos o electrónicos propia de sala de fiesta, sala de baile, café-concierto, discoteca, y bar de copas". "No se puede considerar ni música ambiental ni tampoco música en vivo, por lo cual es una actividad que no está permitida con la normativa actualmente vigente". Observen el texto del burócrata intentando acotar el mundo en sus normas.

Ibiza es probablemente el lugar del mundo más representativo de esta música. Desde luego, lo es en Europa. De manera que el lío que se organizó fue tremendo, asunto especialmente agravado porque hace más de un año que esta gente no trabaja. "Quieren aprovechar la situación para acabar con la música electrónica. Nos han puesto el pie en el cuello y no paran de apretar", recogía la prensa ibicenca de boca de uno de los afectados. 

Pero como el Gobierno nunca se equivoca, en Ibiza se hizo llegar la versión de que este decreto era el punto de vista de un técnico, no del Gobierno en sí, por lo que pronto se modificó todo.