Ha sido una semana fantástica para las aerolíneas de todo el mundo que se han reunido en Sydney, Australia, para celebrar los beneficios que les esperan el año que viene. Nunca habrán ganado tanto dinero. Nunca habían estado ganando dinero de esta manera durante diez años consecutivos. Nunca todos los continentes, exceptuada Africa, han tenido aerolíneas rentables. O sea, fin de semana de fiesta para la IATA, la patronal que los agrupa.
Pero hay voces de alerta para no desentonar o para que no parezca que aquello es jauja. La IATA ha denunciado que con este ritmo de crecimiento de la demanda, puede haber problemas y muy serios en muchos aeropuertos del mundo, que se están aproximando al colapso. Colapso porque hay demasiados viajeros, colapso porque no hay suficientes pistas, colapso porque las terminales están desbordadas. Especialmente en Estados Unidos, donde hay un notable déficit inversor. Las aerolíneas, que hoy están mayoritariamente en manos privadas, denuncian que los aeropuertos no están funcionando bien (o, al menos, como a ellas les gustaría). Se quejan de que los aeropuertos públicos no se gestionan bien pero, añaden que los privados tampoco lo hacen mucho mejor. Eso sí, no tienen dudas en acusarlos de ser más caros, significativamente más caros.
Hay otro problema que preocupa: la falta de pilotos. O, si prefieren, el encarecimiento de los costes laborales debido a la falta de oferta. La demanda de vuelos y de pilotos está disparada y hoy parece haber trabajo para todos.
Y, además, subsiste el problema de los controles aéreos, gestionados con deficiencias especialmente en Europa.
Todo parabienes, pues, porque problemas de crecimiento no son realmente problemas. A expensas de que el combustible no vuelva a subir, que lo hará, tan pronto como la tormenta en torno a Arabia Saudita amaine.
¿No hay un minuto para admitir que este crecimiento brutal es muy preocupante para el medio ambiente? No hace falta ser militante de Greenpeace para sentir cierto desasosiego ante tanta noticia positiva.
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Para IATA no importa que el planeta se degrade, que los lugares y paisajes se degraden, que el trato al pasajero se degrade, .... Lo que importa es el negocio. ¡La función debe continuar! Más hormigón para aeropuertos, más ruidos para los vecinos, .... Y si los aeropuertos son públicos, mejor. El dinero privado irá aerolíneas o a aeropuertos rentabilísimos. Deberíamos colocar a la IATA - es decir a sus dirigentes - para gobernar el mundo.
!!!!Es que nadie va a tener en cuenta a los niños!!!???
Como recuerda el ultimo parrafo del Sr. Alcocer a ese personaje de los Simson que siempre aparece gritando esa frase y que en realidad representa el sarcasmo sobre los topicos.
Volvamos a la edad de piedra cuando el aire era limpio, las aguas claras, los alimentos libres de pesticidas y la gente moria a los veintitantos...
Vade retro al progreso. Esto es un sinsentido...si seguimos asi viviremos con calefaccion mas de cien años y la calculadora de los politicos y bancos no tiene digitos para calcular las pensiones...!El caos nos comera!
Menos mal que estamos subvencionando ONGs y estudiosos que para tranquilizarnos nos hablan de dietas veganas y coches electricos y no nos preocupan informandonos del reciclaje de baterias o las centrales nucleares que los harian posibles