El 11 de noviembre de este año tendrá lugar el último vuelo de Vistara Airlines. Previamente, desde el 3 de septiembre próximo, la compañía ya no venderá más billetes y los que accedan a su web serán redirigidos a la de Air India (Los Tata crearán un ‘grande’ indio en la aviación mundial).
Vistara era la aerolínea privada con mejor imagen de la India, propiedad de la familia Tata. En realidad, sigue siéndolo, pero ahora desaparecerá integrándose en Air India. Air India, que era estatal, se privatizó y la compró la misma familia Tata, con una participación minoritaria de Singapore Airlines. Como los Tata eran propietarios tanto de Vistara como de Air India, han decidido que la marca más grande o con más historia absorba a la más pequeña.
Los aviones y toda la plantilla de Vistara no desaparecen, sino que pasan a trabajar para Air India. Vistara opera hoy 70 aviones, de los cuales 63 son de la familia del A320, mientras que siete son Dreamliners 787. Por su parte, Air India cuenta con 138 aviones en su matriz, 63 en su low cost Air India Express y otros 17 aviones, sobre todo ATR, con la filial regional.
Desde el punto de vista del mercado, mientras Vistara era una aerolínea con prestigio, Air India era un desastre. Pero la nueva propiedad, por cierto fundadora histórica de Air India antes de que se la quedara el estado, ha decidido apostar por la marca más antigua.
La decisión de la fusión se conocía, pero no se sabía en qué fecha se produciría. Se trata de un proceso extremadamente complejo que hasta ahora se ha ido manejando con bastante soltura. Obviamente, la nueva Air India será líder en el país y su verdadero competidor ahora será IndiGo.
Monarch vuelve.
También hay renaceres.