SAS busca plantillas baratas

¿Qué aerolínea europea está a resguardo del efecto demoledor del quinteto low-cost que arrasa el continente (Ryanair, Easyjet, Norwegian, WizzAir y Vueling)? Nadie, absolutamente nadie. Aunque hay quien lo pasa peor y quien lo sobrelleva mejor. O, incluso, hay quien ya ha sufrido todo lo que se podía y quien aún está experimentando los demoledores efectos de la guerra aérea. Por ejemplo, Olympic, la compañía griega, ya ha muerto; Alitalia ha quedado reducida a la nada; Air Berlín está de mudanza, ante su fracaso en la batalla en el corto radio. Y hay otras compañías que aún no saben en qué consistirá la guerra, pero que se preparan, como Lufthansa.

Una de las aerolíneas cuya lucha parece interminable es la escandinava SAS. Ella es víctima del ataque desde dos frentes: por un lado, en casa, Norwegian, que lleva ya años atacándola y, por otro, Ryanair, que tiene una presencia muy respetable en los cuatro paises de su ámbito. Por ello, lleva años sufriendo, viviendo reconversiones, haciendo recortes y todo el lenguaje que en España también conocemos perfectamente.

Ahora, la compañía que lidera Rickard Gustafson presentó los resultados del año 2015 y 16, que son positivos, tras mucho batallar, tras mucho recortar. O sea, las cosas no van del todo mal. Pero aún así el retorno sobre inversión es insuficiente y, en cualquier caso, bajo en comparación con los rivales. Por lo que ha presentado una idea que aquí en España sería anatema: abrir bases fuera de su ámbito de acción, fuera de Escandinavia, para pagar los salarios propios de esos lugares y poder competir mejor.

SAS afronta ahora el problema muy serio de que Norwegian no sólo la está atacando en los vuelos de corto radio, sino también en los de largo, dado que está volando desde las capitales escandinavas a Estados Unidos. Por ello, como Norwegian opera parcialmente con flotas basadas en Irlanda (y retribuidas allí), SAS ha anunciado su plan de abrir filiales en otros países para reclutar tripulaciones de esos países, lógicamente con salarios no escandinavos.

Gustafson adujo que “nosotros –por SAS– volaremos con esas tripulaciones desde Escandinavia. Pero lo haremos ofreciendo a los clientes unas tarifas acordes a los competidores. Los datos difundidos, para que vayan cogiendo lápiz y papel y hagan números, es que en Escandinavia se pagan salarios medios por hora de 43 euros al tiempo que en la media de los países europeos centrales esa cifra baja a 25 euros. En el primer semestre de 2017 SAS explicará los detalles de su plan que, se lo pueden imaginar, no va a provocar la satisfacción de los sindicatos de la compañía.