Norwegian amplía los recortes de sus vuelos trasatlánticos

Los medios de comunicación de Irlanda del Norte, de Irlanda y de Escocia están empezando a describir toda la dimensión de los recortes de vuelos que finalmente Norwegian va a aplicar a partir de ahora y especialmente desde el invierno que viene desde los aeropuertos de Belfast, Edimburgo, Cork y Shannon.

En un primer momento se dijo que la compañía dejaría de volar en invierno al aeropuerto de Providence, que está en las cercanías de Boston, pero ahora se ha sabido que también se suspende un segundo vuelo desde estos aeropuertos a Bradley en Connecticut, y que, de inmediato, se reduce sustancialmente la frecuencia de los vuelos a Nueva York, lo que está provocando el habitual escándalo mediático.

Esto supone que estos aeropuertos únicamente quedarán conectados en invierno con Stewart, a 60 millas (cien kilómetros) de Nueva York. E incluso, estos vuelos se ven reducidos significativamente. Desde ahora, los vuelos diarios desde Edimburgo a Nueva York se reemplazan por cuatro vuelos semanales. En verano, desde Edimburgo se mantenían los vuelos a Boston Providence, pero ahora se reducen de cuatro a tres vuelos por semana.

En el caso escocés, la compañía no sólo culpa a la baja demanda, sino que aduce que la decisión del Gobierno de Escocia, de no reducir los impuestos a los vuelos como estos es motivo de la modificación de tarifas. Ocurre que estos impuestos no existen ni en Irlanda ni en Irlanda del Norte y la aerolínea también aplica recortes.

Estos vuelos eran operados por aviones Boeing 737, lo que implica unos costes operativos más bajos. Norwegian pretendía reemplazar estos aviones por los nuevos A321LR que le permitirán cubrir incluso rutas desde Londres o París a la costa este americana. Los precios de estos vuelos son sensiblemente más baratos que los precios de los vuelos habituales. Un Edimburgo- Nueva York está en los 200 euros, aproximadamente.

Por otro lado, este lunes el valor de Norwegian subió con fuerza en la bolsa de Oslo debido a que los últimos datos económicos revelan un nivel de ocupación de sus asientos bastante mejor que lo que esperaban los inversores.