Toda Europa está que arde con los vuelos de largo recorrido a bajo coste. Norwegian ha amenazado el negocio central de las grandes y, como consecuencia, hay nervios allí donde vaya. También en Francia, donde los pilotos de Air France tienen hasta el 20 de febrero para votar su postura sobre Boost, la low cost del grupo Air France-KLM. Eso es una semana antes de que el grupo presente públicamente el proyecto, que debería constituirse inicialmente con una flota reducida de aviones.
No se pierdan la pregunta que los pilotos tendrán que contestar, porque de su formulación se puede hasta deducir la respuesta. Su sindicato, el SNPL, comunicó a sus asociados que tenían desde el 3 hasta el 20 de febrero para contestar esta pregunta: “Aprueba la externalización de una parte de la actividad y de la flota de largo y medio recorrido de Air France en una nueva estructura?”
La dirección de la compañía –incluso antes de que los pilotos hayan contestado– manifestó su descontento con la formulación de la cuestión porque, aduce, es virtualmente una incitación al rechazo del modelo. En todo caso, la pregunta no está planteada tanto como si estuviéramos ante la entrada de Air France en un nuevo negocio como en la pérdida de una parte del negocio existente para sacarlo de la compañía, lo cual también es verdad.
Se imaginan que en Francia, ante este proceso, se espera una verdadera tormenta en torno a Boost. Si la respuesta de los pilotos es negativa, el proyecto queda paralizado hasta que la dirección de la compañía decida otra manera de plantear el asunto. Boost podría cerrar antes de nacer, lo cual ya sería significativo.
El personal de cabina del grupo, en cambio, se ha puesto en alerta porque no ha sido consultado y eso no es admitido.
Boost, según la información que se ha sabido, no sólo se encargaría de vuelos de largo recorrido, sino también de algunos de medio, que son deficitarios. El proyecto contemplaba que un 40 por ciento de los vuelos de Air France pudieran pasar a esta compañía para el otoño de este año, incorporando aviones de largo alcance para el verano de 2018.
La pregunta es la correcta.
Y la respuesta va a ser la misma que han dado los ciudadanos estadounidenses en las ultimas elecciones y en europa se va a dar si empresas, directivos y politicos no quieran aceptar que los años de rebajas para los trabajadores ya han pasado y ahora les toca a ellos.
Siempre habrá una rata dispuesta a volar en Boost , sobre todo los que no son de AF, que estarán deseando que estos rechazen esa opción para ponerse ellos.
A la larga no parece que eso sea rentable ser Ratatouille.