Las desgracias de Boeing: el 737Max, su mejor avión

Todos conocen la historia del Boeing 737Max, que estuvo casi dos años en tierra para someterse a una revisión de sus sistemas, después de dos accidentes mortales. Pues bien: el 737Max es hoy el avión en mejores condiciones de competir que tiene Boeing, por lo que más de un analista comienza a pensar que el futuro del primer fabricante americano de aviones está en entredicho (Volotea da la espalda a Boeing y volará solo con Airbus A320).

Además del 737Max, Boeing fabrica otros dos aviones: el 777 y el 787. El 777 está en crisis. Se trata del avión más grande de su flota, que hoy, como todos los aviones grandes, no tiene mercado. Nadie sabe cuánto tiempo se mantendrá esta crisis profunda derivada del coronavirus pero para que se hagan una idea, en el transporte de largo radio nadie sueña con una normalización este año. Y, después, habrá que dar salida a las flotas de aviones que están en tierra y que desaniman la compra de aviones nuevos.

Incluso peor, el 777 tiene una versión de alas plegables, de gran capacidad, que Boeing ha decidido retrasar porque el mercado está absolutamente paralizado. O sea, del 777 no esperen nada por el momento.

Queda el 787 que hasta ahora había sido un éxito. Sin embargo, desde octubre pasado la fabricación de estos aviones está paralizada porque se han encontrado fallos en el fuselaje del avión. Los medios de comunicación explican que esta paralización de la entrega del 787 tenía que haber acabado en este mes de febrero pero las noticias que llegan no apuntan a una inminente reaparición de este modelo de avión.

En agosto pasado, ocho aviones de este modelo habían sido dejados en tierra por este defecto. Boeing ha empezado las inspecciones y reparaciones en ochenta y ocho aviones construidos durante 2020, especialmente aquellos que no están volando. Pero el asunto es serio porque cada inspección requiere un mes completo. Se tienen que retirar los asientos y el suelo y se mide el fuselaje para comprobar que no haya habido contracciones no visibles al ojo humano. Si se encuentran fallos, hay que repararlos, lo cual no es fácil. El trabajo está siendo llevado a cabo en las factorías del estado de Washington y en Carolina del Sur. Se habla de años para reparar toda la flota.

Las cosas pintan muy mal para el que fuera el primer fabricante de aviones del mundo. Porque ya sabemos el agujero que le dejó el 737Max, siempre y cuando recupere su cuota de mercado (Boeing pierde 12 mil millones en 2020, a 33 millones cada día).