El gobierno holandés congeló este sábado la ayuda de 3.400 millones de euros que había aprobado para la aerolínea nacional KLM (parte del grupo Air France), debido a la postura del sindicato de pilotos, que ha rechazado un plan de despidos de la compañía. La ayuda pública estaba condicionada a que los sindicatos estuvieran de acuerdo con la política laboral de la compañía, cosa que cinco sindicatos aceptaron pero los pilotos rechazaron. El préstamo estaba condicionado a que durante cinco años los sindicatos no presentaran quejas. 

“Es muy preocupante y arriesgado; yo habría querido comparecer aquí para decir que el préstamo se mantendría, pero no es el caso”, dijo el ministro de Finanzas holandés, Wokpe Hoekstra. “Es responsabilidad de KLM y de los sindicatos hacer que las condiciones en las que prestamos el dinero se cumplan. Si las condiciones se respetan, volveré al Parlamento para explicar que retornamos el dinero”, añadió el ministro en una carta al Parlamento.

Holanda acordó esta ayuda en la primera oleada del coronavirus, al tiempo que Francia aportaba otra cantidad a la rama francesa del negocio. Pero ahora se encuentran con que la aerolínea anuncia cinco mil despidos, debido a que los ingresos son prácticamente cero. (KLM es una aerolínea que vuela sólo vuelos internacionales, los cuales están siendo especialmente afectados por la crisis, más que quienes tienen vuelos nacionales.)

El presidente de KLM, Pieter Elbers, lamentó que ayer “no haya sido posible conseguir que todos los sindicatos hayan firmado un documento para aceptar estas reducciones de plantilla. Ahora, por ese motivo, perdemos un dinero sin el cual no vamos a poder sobrevivir”.

Cinco sindicatos aprobaron los recortes, que hubieran permitido mantener el crédito. Pero VNV, que representa a los pilotos, se negó en redondo. El ministro dijo que “hemos prestado este dinero a cambio de la paz social. Era razonable”. Los pilotos dijeron que “la aerolínea no va a dejar de volar por nuestra culpa”.