Jet2, la segunda aerolínea turística británica y el segundo mayor turperador de ese mercado, anunció ayer, inmediatamente después de que se conociera la lista de países en verde, ámbar y rojo anunciada por el Gobierno británico, que no venderá ni billetes ni viajes organizados hasta al menos el próximo 1 de julio. Para Turquía, descarta operar antes del próximo 22 de julio.
La razón para esta decisión radical es que Jet2 ha afirmado que no está en condiciones de operar a medias. Su director general explicó a los medios que para que Jet2 opere tiene que incorporar a toda la plantilla pero que no tiene sentido hacerlo si no va a volar más que parcialmente. En esta situación, indica Steve Heapy, el director general, los costes son del cien por ciento de una operación normal, mientras que los ingresos caen sensiblemente. La compañía prefiere no tener ni ingresos, ni gastos, por lo que las pérdidas son menores.
Ahora, la próxima ocasión en la que el Gobierno británico reconsidere su lista de países y condiciones para viajar tendrá lugar a finales de julio, para que se anuncien el próximo día 28 y empezar a operar casi de inmediato.
Las demás aerolíneas mantienen su plan de vuelos, pero las cancelaciones sobre el esquema inicial son notables, con la concentración de los pasajeros en menos vuelos.
Para una familia de cuatro miembros, viajar a un país de la lista ámbar puede suponer un mínimo de 12 pruebas PCRs, además del confinamiento obligatorio en casa durante diez días. Esas pruebas PCR pueden tener un valor de entre 700 y 1.300 euros, aproximadamente, según los proveedores.
Para empezar en julio, ya están revisando sus equipos y refrescando a sus empleados. Cualquier día vemos uno de esos viejos aviones aterrizando