Hidalgo pasa en una década de accionista de Orizonia a de IAG

El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, ha pasado en una década justa de haber acordado su entrada en el capital de Orizonia a hacerlo en el de IAG, la matriz de Iberia, tras su histórico pacto para venderle Air Europa, con una quinta parte del pago en títulos del grupo hispano-británico, equivalentes a cerca del 1% de un accionariado que comanda Qatar con el 25% (Globalia vende a IAG el 80% restante de Air Europa).

En febrero de 2013, la actualidad turística la copaba el devenir del entonces conglomerado emisor español de más volumen como era Orizonia. Entonces, la banca acreedora aceptó una quita de más del 90% de su deuda para poder salvar al grupo, y con ello los fondos propietarios como Carlyle y CGI llegaron a un acuerdo con Gabriel Subías y Simón Pedro Barceló.

Sin embargo, este escenario hubiera dejado a Globalia como el gigante emisor más débil, después de que previamente lo hubiesen sido Marsans, que quebró en 2010, y la propia Orizonia, que en manos de sus impulsores y con el respaldo de un rentable accionista, unido a la liberación del grueso de la deuda, se hubiese convertido en un duro competidor.

Ante ello, la familia Hidalgo urdió un acuerdo con José Duato para deshacer el acuerdo entre sus rivales, pese a que entonces era notoria su falta de liquidez y sus dificultades para conseguir créditos bancarios. Así, primeramente logró quedarse con los hoteles de Luabay de Orizonia, que era uno de sus activos más atractivos, mediante 15 millones, pero luego aseguró no poder hacer frente al montante necesario para quedarse con el grupo palmesano, provocando su caída.

La quiebra de Orizonia dejó a Globalia como gran beneficiaria al haber perdido a su competidor y al mismo tiempo haber evitado que su gran rival la levantase. El grupo de los Hidalgo se quedó parte del mercado que dejó Orizonia, pero en el sector hubo muchos hoteleros que ante los muy abultados impagos dudaron de las intenciones en todo este proceso.

Hasta que en noviembre de 2019 Globalia llegó a un acuerdo con Iberia, el conglomerado radicado entre Pozuelo y Llucmajor afrontó un gran número de convulsiones, en especial el caso del descuento de residentes, que supuso uno de los mayores fraudes al Estado de la historia, y por el que el holding fue multado en una sentencia inédita que culpó a la sociedad mercantil pero eximiendo a sus administradores y accionistas (Air Europa: ratificada la multa de 14 millones por el fraude de los certificados de residentes).

En esos años en los que gran parte del sector se distanció de Globalia, también su presidente sufrió sucesos de diversa índole como atracos de maletines, retiradas de pasaporte dominicano, su divorcio tras décadas de matrimonio y hasta operaciones del corazón, saliendo indemne de todas ellas.

El estallido de la pandemia del coronavirus amagaba con echar abajo todo el trabajo de tantos años, pero las ayudas públicas, con el récord de cantidad y de premura, evitaron un fatal desenlace ante el cierre del grifo del crédito bancario, y le permitieron subsistir hasta encadenar renegociaciones de acuerdo para salvar su venta de Air Europa a Iberia.

Previo al acuerdo flamantemente anunciado este jueves, Hidalgo había sufrido un importante golpe emocional por la forma en la que su socio Simón Pedro Barceló le había forzado a cederle su paquete de acciones del emisor de Ávoris. Y además, la banca, con el Santander a la cabeza, le estaba obligando a deshacerse de sus principales joyas hoteleras (Los Hidalgo, destrozados e indignados por el golpe de Barceló).

El presidente de Globalia venía proclamando que con la recuperación turística su aerolínea valía el doble que antes de la pandemia, es decir, 2.000 millones, además de asegurar que podría continuar sin una Iberia a la que cuestionaba su nacionalidad.

Hidalgo ha estado convencido de este escenario hasta hace unos días, incluso maquinando para impulsar un turoperador que apoyase a Air Europa tras haber perdido a Travelplan y Halcón Viajes, pero un cúmulo de factores precipitaron el anuncio del acuerdo con Iberia a este jueves.

Así, Globalia ha pasado en una década de haber celebrado en una noche de domingo de febrero el haberle robado Orizonia a su principal competidor, a firmar convertirse en uno de los tres mayores accionistas del potente grupo aéreo al que tanto estigmatizó.

El monto que recibirá el salmantino por este pacto, que será menos de la mitad del total en virtud a su paquete accionarial, le permitirá reducir su deuda personal, mientras ahora su gran esperanza se centra en que, tras las elecciones municipales de mayo, los planes urbanísticos de Estepona no se reviertan, para poder dar así el verdadero pelotazo que esperó dar hace tres años con IAG y sus mil millones en efectivo.