Hidalgo da ejemplo al sector turístico de repartir su herencia en vida

La histórica venta de Air Europa a Iberia se ha convertido en un ejemplo de la familia Hidalgo a otros empresarios turísticos de cómo repartir su herencia en vida, evitando los múltiples problemas a distintos niveles que han representado algunas grandes sucesiones que se han dilucidado una vez sin el patriarca, con el caso más notorio de El Corte Inglés.

En primer lugar, el aspecto personal más importante de repartir una herencia en vida viene de las mayores posibilidades de mantenimiento de la paz familiar una vez desaparecido el gran líder, cuya autoridad y presencia sirve como aglutinador de los parientes y como fuerza para evitar la dispersión y las peleas habituales entre primos o de la familias políticas.

El reparto en vida de la herencia clarifica las asignaciones de dinero y responsabilidades de cada miembro, al tiempo que facilita a las siguiente generaciones una existencia más plácida, pues en la mayoría de casos los hijos se han criado en la abundancia material y entre grandes comodidades, a diferencia de sus progenitores que en una época de posguerra inculcaron el sentido del trabajo incansable.

En segundo lugar, a nivel profesional, una venta a un competidor solvente y de mayor tamaño suele suponer la mayor posibilidad de mantener y hasta agrandar la obra empresarial de los fundadores, creando más empleo y engrandeciendo la marca en manos de acreditados profesionales que suplan las carencias que todo líder tiene por mucho que sus virtudes sean también extraordinarias.

El caso de Hidalgo con su venta a Iberia representa un claro ejemplo de mejorar la armonía familiar y de asegurar la continuidad de la obra empresarial, después de haber disfrutado su fundador en plenitud de los beneficios de su estatus con grandes comodidades materiales y ociosas, y de relaciones con todo el 'star system' como los cantantes, futbolistas y demás estrellas del espectáculo, así como con los grandes líderes políticos.

En tercer lugar, la aprobación de la venta de su emporio por parte del patriarca, aunque inevitablemente conlleve tristeza como ha reconocido Hidalgo, también cuenta con la ventaja de poder elegir el momento más oportuno y de mayor valor de sus empresas, pues habitualmente una vez retirado el líder hay algunas nuevas generaciones bajo cuyo mando los resultados empeoran y por tanto cuando se puedan decidir a vender el precio será muy inferior a por ejemplo en un momento como el actual, antes de Brexit, la augurada próxima crisis económica, o la coyuntura en el Caribe.

Los Hidalgo, con un estilo de gestión tan peculiar, sin una gran visión estratégica ni recientemente con equipos de primera fila, sí han conseguido dar una lección en la hora clave de cómo dejar de lado sentimentalismos y autoengaños, asegurando el mejor futuro para los suyos, para sus obras empresariales y para el grueso de sus trabajadores.