Globalia: los 5 retos de Arrizabalaga

Juan Arrizabalaga se convierte en la persona de más poder en Globalia de los que no se apellidan Hidalgo. Sus retos al frente del segundo mayor grupo turístico español tras Barceló, según este análisis de preferente.com, pasan por mejorar las relaciones con el Banco Santander, buscar una salida al dinero retenido en Venezuela, y concebir una estrategia que le permita al conglomerado dar un salto en su rentabilidad estancada de los últimos años.

1) Deuda. Mejorar las relaciones con el Banco Santander es una misión primordial para Juan Arrizabalaga ya que la entidad cántabra es el primer acreedor del grupo, como también lo es a título personal de la deuda de su mayor accionista, Juan José Hidalgo, cuya familia tiene una relación pésima con los Botín, que controlan al mayor banco español (Los Hidalgo, forzados a recomponer su relación con los Botín).

2) Venezuela. Globalia mantiene aún decenas de millones de euros retenidos en el país que lastran el balance del grupo, en una situación que se prolonga desde hace varios años y que tiene un panorama poco alentador con el constante deterioro que muestra Venezuela con un desplome económico sin freno y un éxodo cada vez mayor de población (Globalia avisa de enormes provisiones en 2016 por Venezuela y las multas).

3) Sucesión. Una de las grandes dificultades para el gobierno de Globalia en los últimos años ha sido el conciliar las posturas de los tres hijos del fundador del grupo, que con personalidades distintas coinciden en su afán de imponer su voluntad en las distintas áreas del grupo con decisiones y con premiando a sus más afines con nombramientos.

4) Estrategia. Globalia ha especificado que su función principal será la de preparar el plan estratégico del grupo, que a nivel de intermediación turística debe afrontar el cambio de modelo ante los nuevos hábitos de consumo, mientras se espera un impulso mayor a la parte hotelera y un nuevo encuadre con Air Europa con un socio de igual forma que han hecho sus competidoras estos años (Hidalgo reconoce que Halcón sigue siendo su peor negocio).

5) Estabilidad. Juan Arrizabalaga afronta el reto mayúsculo de imponer paz en un grupo que en los últimos años ha perdido, con excepción de Richard Clarck, a todos sus ejecutivos más talentosos, entre escándalos judiciales con las enormes multas por fraudes en el descuento de residente o de Hacienda por el IVA, unido a los conflictos familiares con accionistas peleados buscando comprador a su paquete (Globalia, condenada a pagar 22,7 millones y una multa de 7,6).