Sepla: “Para algunas empresas importa más la economía que la seguridad”

Se define a sí mismo como aviador inagotable. A pesar de sus más de 39 años de experiencia en el mundo de la aviación, no deja de ilusionarse por nuevos retos como el que hoy le ocupa. El lucense Javier Gómez Barrero, primer piloto de Air Europa en asumir la presidencia del Sepla, afirma sentirse “muy orgulloso de la oportunidad de representar a casi 6000 pilotos españoles” y asegura que su prioridad es “trabajar para intentar mejorar las condiciones de nuestros afiliados en estos dos años que tenemos por delante”.

Su nombramiento se hizo efectivo el 5 de enero, tras causar baja el anterior presidente Javier Martínez de Velasco por acogerse al ERE de Iberia, y ya ha reunido a todo su equipo para empezar a elaborar el Plan Estratégico Sepla 2020 con el objetivo de “modernizar el sindicato tecnológicamente, conseguir acercarnos al 100% de afiliación para tener la mayor representación posible, aunque estamos cerca del 95%, y entregarnos plenamente al afiliado, conocer cuáles son realmente sus necesidades como profesionales”.

Uno de sus principales objetivos es continuar trabajando de manera coordinada con la Asociación Europea de Pilotos (ECA) y con los diferentes sindicatos para acabar con los “abusos de algunas empresas en el ámbito laboral”. Sus reclamos son claros: “Que no haya temporalidad en los contratos, que no se pague por trabajar y que desaparezcan los falsos autónomos”.

En el aspecto técnico y profesional, Gómez asegura que seguirán defendiendo una igualdad en la normativa con respecto a otros países como Estados Unidos, y denuncia que “algunas empresas miran más por la economía que por la seguridad debido a la gran presión de la industria. Y eso nos preocupa”.

En un momento clave para los pilotos de la aerolínea de Globalia, en el que está sobre la mesa la negociación del futuro convenio colectivo, afirma que sus compañeros de Air Europa recibieron la noticia de su nombramiento de una manera “esperanzadora” ya que “es la primera vez y dada la situación por la que atraviesa en concreto la compañía, esto supone un mayor respaldo para ellos”.

Sobre la polémica generada en torno a la puesta en marcha de Air Europa Express, el presidente del Sepla explica que “todos los trabajadores de Air Europa están muy preocupados. Somos alrededor de 2.500 en la empresa entre personal de tierra y de vuelo, y todos están seriamente preocupados por ese traslado de producción de Air Europa a Air Europa Express”.

Cuestionado por el hecho de que algunos pilotos con la capacitación de Embraer y todos los requisitos exigidos para formar parte del equipo de Air Europa Express, se hayan presentado a la convocatoria y no hayan sido llamados para las entrevistas, Gómez valora que “quizás los puestos ya tienen nombre y apellido, porque hacer eso es renunciar a una experiencia y esa experiencia redunda en la seguridad de los vuelos, y prefieren coger a alguien con cero horas de experiencia en el Embraer que alguien al que le tendrían que pagar un poco más. Otro ejemplo más de inclinación al lado de la economía en contra de la seguridad. Lamentablemente muchas decisiones de muchas compañías van en ese sentido. Lo que tratan las empresas ya no es limitarse a ser rentables, sino a ganar más. A costa, al fin y al cabo, de la seguridad en las operaciones”.

Respecto al cobro de 60 euros para participar en el proceso de selección de pilotos y TCPs de Aeronova, Gómez ha confirmado que los servicios jurídicos del Sepla estudian sumarse al Copac y USO, y denunciar en Trabajo y no descartan llegar a otros estamentos como el Ministerio de Fomento en el caso de detectar algún delito más de tipo monetario: “Según nuestros asesores el cobro de esta tasa es ilegal y estamos estudiando ejercer las acciones legales oportunas para que esto no se produzca”. Además, subraya que según un informe elaborado por ECA y traslado al Parlamento Europeo, “en Aeronova la persona que está pilotando en el asiento de la derecha se está formando. Están aprovechando vuelos con pasajeros para formación. El piloto está sacando el trabajo a la compañía, la compañía se ahorra ese sueldo y no sólo eso sino que ese piloto está pagando por estar ahí sentado, sin haber acabado su ciclo formativo”.

Por último, tampoco se muestra de acuerdo con la estrategia adoptada por Air Europa de total hermetismo en cuanto a las condiciones laborales del futuro personal de vuelo de la nueva low cost, que se comunicarán únicamente a los seleccionados: “Probablemente se van a encontrar con la sorpresa de que algunos de los seleccionados no les firmen el contrato cuando, pongamos por caso, un piloto que esté volando en otra compañía, encuentre que sus condiciones laborales queden rebajadas a la mitad. Esa falta de transparencia y de claridad, desde luego no contribuye nada a la imagen de la empresa”.