Admitida la demanda contra la indemnización de IAG al exCEO Sánchez-Lozano

Mano derecha de Blesa y encargado de inversiones exteriores de Cajamadrid/Bankia cuando pagaron más del doble de lo que valía el banco de Miami aquel que compraron...
Directivo que pactó con Blesa el nombramiento de Antonio Vázquez como Presidente de Iberia, porque "éste no se va a mater en nada", según rezan los correos electrónicos interceptados al segundo.
Individuo que heredó una compañía que llevaba 14 años generando beneficios y que tenía en caja (según documentación oficial), un mínimo de 2.400 y pico millones de €, y a la que en pocos meses llevo a quiebra técnica para así poder justificar su entrega a British Airways.
Entrega a British Airways que se produjo conociendo el hecho de que los británicos pretendían usar los activos de Iberia para reflotar una BA financieramente tocada por la obligatoriedad de incluir en la cuenta de resultados las pérdidas de los planes de pensiones de sus empleados, sin la más mínima intención de considerar Iberia como socio en igualdad de condiciones.
Personaje que, junto con Vázquez, puso la cara y la firma en la maniobra por la que un consejo de administración bien recompensado entregó la compañía de bandera española a intereses británicos, en una operación que hubieron de disfrazar de "fusión", ya que el producto de la venta de algo que fue de todos los españoles (que es lo que fue en realidad) se lo repartieron entre una docena de personas.
Ser sin escrúpulos, cooperador necesario y remunerado en la ruina de miles de familias y en la pérdida, difícilmente reparable, de un importante activo que debió seguir sirviendo a España.

Típico ejemplo de directivo/consejero español. solo sabe destruir, mandar personas al paro, mentir, además de no tener ni idea del negocio en el que le ponen. Consentido por políticos y jaleado por algunos trabajadores obtusos, que pensaban que por atacar a un colectivo ellos iban a salir beneficiados (cosas de la envidia. Y por supuesto, forrándose a manos llenas y pagado por los de mas arriba para que sea un buen perrito y obedezca. Es que hay tantos ejemplos de este tipo de individuos, que así nos va.

En ref. al comentario de Activo Tóxico.- Se puede decir más alto, pero no más claro, has puesto todos los puntos sobre las íes. Es axactamente lo que ha sucedido: Perfecta descripción de los hechos.

Mi análisis no tiene mérito, ya que ha sido realizado apoyado en evidencias clamorosas del pasado.
El problema es hacer una proyección de futuro, ¿qué va a pasar con los responsables del expolio? ¿Qué va a pasar con Iberia?
Con respecto a lo primero no soy demasiado optimista. Hemos de tener en cuenta que la venta de Iberia se planteó, se desarroyó y se completó a lo largo de los dos primeros gobiernos de Aznar, de las dos legislaturas de Zapatero y del gobierno de Rajoy, es decir, hay implicados políticos de todo pelaje y, si tomamos en cuenta lo que había en los consejos de administración, en la dirección de la propia Iberia y en las empresas que tenían asiento en su consejo, resulta también evidente la participación de sindicatos de clase entre otras fuerzas sociales. Demasiados enemigos a uno y otro lado del espectro político-social como para albergar esperanzas de que el asunto se esclarezca del todo.
De la justicia, en mi opinión, tampoco se puede esperar gran cosa. No ejercieron control en su momento debido a su dependencia orgánica del poder político, condición que se mantiene ahora y, por tanto, no considero probable que trabajen desde una independencia que no tienen.
En cuanto a lo segundo, parece que el pueblo español encaja bien el papel que IAG ha reservado a Iberia, Vueling y la más difícilmente explicable Iberia Express (por su confluencia con la propia Vueling). Nos hemos resignado a que España, especialmente Cataluña, sin más opción que Vieling, sea servida por una compañía mas parecida al sector de bajos costes que a la excelencia en el servicio que obtienen los británicos con British Airways... Con lo que puede que las Iberias aguanten dentro de su humildad.

Creo recordar que denunció el vaciamiento de Iberia en favor de British Airways.
No recuerdo desde cuando, pero sí que protestó por el trasvase de producción y fondos desde la española hacia la británica.
No tengo ni idea de si hubiera podido hacer más, si es que esa es su pregunta, aunque supongo que hubiera sido difícil desde un sindicato profundamente impopular y, por lo tanto, vulnerable a campañas orquestadas desde intereses favorables a que se llevará a cabo la falsa fusión.
En cualquier caso, y como he dicho antes, creo que la magnitud de la maniobra y la cantidad de actores implicados de un lado y otro del "stablishment" económico, político y social, superaba con mucho la capacidad de reacción de, en este caso, un sindicato profesional de 1000 y pico trabajadores.

Mire, yo sigo pensando que los responsables directos de la venta de Iberia, y posterior desmantelamiento, a favor de intereses británicos, fueron aquellos que tenían voto en el consejo de administración de la propia Iberia y en las compañías que conformaban sus accionistas de referencia, fundamentalmente pero no únicamente Bankia (de ahí que estemos hablando de ésto en un artículo sobre Sanchez-Lozano). Como responsables subsidiarios actuaron políticos de diferentes gobiernos que contaron, a título de colaboradores necesarios, con los miembros de un estamento judicial supeditado a ese poder político obediente con el dueño del dinero.
A no ser que el Sepla contase con un sitio en el consejo de administración de Iberia en el periodo en el que se planteó, desarroyó y culminó la falsa fusión, que creo que nó (corríjame si me equivoco), no veo esa responsabilidad directa que usted le atribuye.
Como en casi todo, para buscar responsables en un caso evidente de trasvase de fondos de algo que empieza siendo público y acaba en el bolsillo de unos pocos, hay que sospechar en primer lugar de aquellos que han ganado dinero con la operación, y no parece que sea el caso de ninguno de los colectivos de trabajadores de Iberia.
Todo esto dicho, por supuesto, con la cautela derivada del máximo respeto a la información que usted pueda disponer sobre este asunto.