La desesperación de las aerolíneas, especialmente de las más endeudadas, por volver a poner a trabajar su caja registradora, es total. En ese sentido hay que ver el anuncio de ayer, de Easyjet, de irrumpir en el mercado vacacional de verano sueco, que prácticamente no tocaba. Este mes de julio abre una ruta desde Estocolmo a Mallorca y otra a Málaga y desde Gotemburgo también a Mallorca.
Cualquier experto en aviación aconseja ir con cuidado en la apertura de nuevas rutas porque los costes de instalación son altos y no es fácil competir con los operadores existentes. Cierto que Norwegian está hoy muy debilitada, pero sobrevive y, en cualquier caso, el mercado sueco tiene sus particularidades.
Pero es igual, Easyjet ahora necesita volar. El 20 de julio se abrirán las dos nuevas rutas. Desde Mallorca, habrá tres vuelos semanales, los martes, miércoles y sábados, mientras que desde Málaga la compañía naranja operará los martes y sábados, o sea dos veces a la semana.
Como es habitual con las rutas de verano, los vuelos cesarán en la segunda quincena de octubre. Los aviones dedicados a estos servicios probablemente estaban originalmente destinados a enlazar los dos destinos españoles con el Reino Unido pero en este caso, entre una cosa y otra, está claro que este verano no llegará a ser normal.
William Vet, el responsable del mercado escandinavo, dijo al hacer el anuncio que los usuarios están ansiosos por volar. EasyJet ya operaba desde el aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo, pero a destinos de negocios, como Berlín, Ginebra o Milán, con un perfil completamente diferente.
Muy bien