British Airways se ha retractado y finalmente pagará una indemnización de entre 250 y 600 euros a los pasajeros que el 24 de mayo de 2013 se vieron afectados por los retrasos a causa del aterrizaje de emergencia que tuvo que realizar el Airbus A319.
El motor derecho del avión sufrió un incendio justo después del despegue de un vuelo a Oslo, por lo que se vio obligado a regresar al aeropuerto y a evacuar a los pasajeros por las rampas.
En un principio, la aerolínea había rehusado hacer frente a las indemnizaciones alegando que el incidente se debió a causas ajenas, pero una investigación de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos ha concluido que el fallo se debió a un error humano, ya que no se cerró el pestillo de retención de la puerta del motor.
Nueve de los pasajeros de BA del vuelo con destino a Oslo presentaron una demanda contra el fabricante de aviones Airbus y el fabricante de motores International Aero Engines.
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