Aviación: el invierno más frío

Hace unos días, una planta refinadora de petróleo de Aramco, la compañía pública de Arabia Saudita, fue atacada, provocando cuantiosos daños. Al parecer, durante varios meses esta refinadora deberá estar fuera de servicio mientras se repara. Esto tendrá consecuencias en el suministro de combustible en el mundo. Como saben, el principal sospechoso de la autora del ataque es el movimiento rebelde yemení, enfrentado a Arabia Saudita. Pero, Estados Unidos dice que detrás de estos grupos está Irán, que es el único aliado suyo que realmente tiene poder para causar un ataque de estas dimensiones.

Sea como fuere, la interrupción de la actividad de esta planta saudita es un daño menor al lado del impacto desencadenado por el ataque. En primer lugar, se produjo el mayor aumento del precio del crudo jamás registrado, de forma que hoy se especula con que pronto pueda llegar a los 90 dólares el barril. Pero, tras ello, la economía acusa el golpe. Los sectores económicos que dependen más del petróleo que los demás ya han visto cómo las bolsas los han castigado. Y al frente de ellos, la aviación.

El lunes de esta semana, todas las aerolíneas perdieron valor bursátil porque los inversores ven la que se viene: invierno con exceso de oferta, precios a la baja y, para terminar de rematar una crisis, precios del combustible al alza, fuertemente al alza.

Este es el panorama al que nos enfrentamos ahora mismo: las aerolíneas deberán pasar el que probablemente sea el peor invierno de los últimos años, con un horizonte desolador. El problema central es el exceso de oferta, resultado de años de ‘vacas gordas’ que llevaron a la mayor parte de las compañías a ampliar sus flotas. Pero, además, hay un problema de costes larvado que este invierno probablemente va a visualizarse claramente.

Así, pues, preparénse porque habrá dificultades de aquí a marzo.