Argentina: regresa la aviación tras parar el pasado 19 de marzo

Este jueves fue un día extrañísimo para los miles de empleados de los cuantiosos aeropuertos argentinos: después de 217 días, o sea desde el 19 de marzo, algunos aviones comerciales volvían a volar. Desde Ezeiza, en Buenos Aires, partieron varios aviones para reiniciar los enlaces con varias regiones, pese a que aún subsiste la prohibición de desplazarse, en el que es el confinamiento más prolongado de todos los que se han impuesto contra el coronavirus. Por eso, porque sólo pueden volar personas de servicios esenciales –personal médico o personas encargadas del cuidado de familiares, que tienen que disponer de un certificado nacional de circulación que expiden las autoridades, tras un trámite que, se imagina, no es fácil--, los aviones están operando a menos de la tercera parte de su capacidad. Y sólo vuela Aerolíneas Argentinas, porque Norwegian o Latam han abandonado el país, y a FlyBondi o JetSmart el gobierno no les ha permitido reanudar las operaciones.

Probablemente como símbolo de la aviación argentina, pese a que hace meses que no hay vuelos y a que el espacio aéreo está vacío, el avión de Buenos Aires a Mendoza, por ejemplo, partió y llegó con dos horas de retraso, debido a un problema técnico. Los vuelos a Jujuy, Tucumán, Usuahia y Córdoba operaron normalmente.

Este fin de semana y hasta el inicio de noviembre, sólo operará un avión diario y a bordo no se servirán ni comidas ni bebidas. En Buenos Aires, sólo está operativo Ezeiza, el aeropuerto habitual de los vuelos de largo recorrido. Aeroparque, que es el aeropuerto de los vuelos nacionales, así como El Palomar, permanecen cerrados.

No hay fecha para el retorno de las low-cost que aún subsisten y que están sin volar exactamente desde marzo.