El que fuera director ejecutivo de British Airways y Vueling, Álex Cruz, dará un nuevo salto dentro de la aviación. La aerolínea canadiense Westjet ha anunciado que pasará a ser vicepresidente de su junta directiva, donde, desde el año pasado, ocupaba el puesto de miembro. (British Airways borra el legado de Alex Cruz)
Llega al cargo junto con el director ejecutivo de Air France-KLM, Benjamin Smith, que ostentará la misma posición. Asimismo, la ejecutiva financiera, Lisa Durocher también formará parte como miembro.
El presidente de la Junta de la compañía, Chris Burley, ha destacado que “es para mí un gran placer anunciar el nombramiento de Benjamin y Álex”. “Son ambos veteranos de la industria aérea, con una trayectoria comprobada, que seguirán aportando liderazgo estratégico y comercial a la WestJet Group mientras trabajamos juntos para ofrecer valor a los huéspedes, empleados y partes interesadas”.
En el caso de Durocher, también celebra que sus “30 años de experiencia de liderazgo en algunas de las marcas más exitosas de América del Norte serán un activo invaluable para el Grupo WestJet”.
Si los canadienses ya andan jodidos ahora va ser el mismo infierno
No me explico cómo después del desastre de gestión que ha hecho por donde ha pasado aún le contrata alguien.
Solo sabe bajar costes a costa de ser cutre pero así se lleva su bonk y todos felices.
Mirad lo que hizo en VLG y cómo están deshaciendo todo lo hecho en BA.
Tú mismo lo has dicho, reducción de costes. Algunas empresas tienen visión estratégica cortoplacista. Cruz es un tipo con ambición, aunque se pase de frenada, supongo que eso busca accionista.
Su trayectoria y ascenso profesional ha sido meteórica.
En el mundo de los negocios están más valorado el buscar maximizar el beneficio y productividad. Igual que un piloto busca ahorrar combustible en su vuelo (no me sean hipócritas los pilotos ahora). Es su segunda o tercera obligación, tras la seguridad.
En el mundo del trabajador se prioriza máximo salario vs esfuerzo justo.
Son dos corrientes que están en disputa desde que se inventó la firma de los contratos.
El problema lo tienen los sindicatos, colectivos generalmente de mediocres y sin formacion empresarial, que no son capaces de reflejar en la práctica, en la redacción de los convenios, sobreesfuerzos de grupos y buenos resultados que acaben traducidos en primas apreciables automáticas a los colectivos.
El hace bien lo de sacar la última gota de aceite a cada aceituna. Nadie ficha a un inepto.