Se conocen los datos de la primera mitad del año de ventas y producción de Airbus. Su entrega de aviones cayó un 49 por ciento, desde los 389 aviones del año pasado a los apenas 196 de este mismo periodo. Pero no se asusten que, aunque las cifras de Boeing no han aparecido, su situación es mucho peor porque la americana, además del coronavirus, se enfrenta a la crisis del modelo 737Max, aún no resuelta.
Hacía dieciséis años que Airbus no vendía (entregaba es el término preciso) tan pocos aviones en los primeros seis meses del año. Las ventas también han caído y, sobre todo, una parte importante de las entregas se han retrasado a fechas posteriores.
Sin embargo, en medio del caos, hay una noticia positiva: en junio, las entregas subieron un 50 por ciento respecto de mayo, en una tendencia que indica que, al menos en los talleres, las cosas empiezan a normalizarse. Si en abril se entregaron apenas 14 aviones, en mayo se llegó a los 24 y en junio las aerolíneas recibieron 36 aviones.
Los contratos de ventas, las órdenes, cayeron tanto que este mes de junio, por segunda ocasión consecutiva, nadie encargó un avión. Las órdenes de lo que va de año siguen en 365, pero ha habido muchas cancelaciones, de manera que en realidad sólo siguen ‘vivas’ 298.
El grupo europeo ha anunciado que va a despedir a 15 mil trabajadores, de los que 900 están en España –Cádiz, Sevilla y Madrid.