Norman Foster hará un aeropuerto en medio del desierto

Paso a paso, el dinero que usted y yo gastamos en gasolina, se va convirtiendo en el mayor desarrollo turístico que jamás se ha llevado a cabo en el mundo. Ahora, el famoso arquitecto londinense, Norman Foster, ha sido encargado de la construcción de uno de los aeropuertos más importantes del mundo, que se situará literalmente donde nunca hubo más que arena. Como el resto del complejo. 

"Adjudicar el contrato para el diseño del aeropuerto es un paso importante en la construcción de las infraestructuras de nuestro proyecto”, dijo John Pagano, el director general de la compañía saudí Red Sea Development, encargada de la construcción de tan fantástico complejo.

Fosters y socio acudirán a Arabia junto con la compañía de ingeniería WSP Global, que, según los árabes “ha demostrado su capacidad para llevar a cabo proyectos de nivel mundial y con estándares de sostenibilidad insuperables”. 

El aeropuerto tiene que acabarse en 2022 e inicialmente va a atender un millón de turistas al año, con vuelos domésticos e internacionales y un pico estimado de 900 pasajeros a la hora. Se trata de una cifra realmente modesta, pero realista, de lo que se puede obtener a partir de la nada.

Gerard Evenden, el director del estudio de Foster dijo que este aeropuerto va a ser emblemático porque es la entrada y salida de uno de los lugares de veraneo y vacaciones más importantes de los que se están construyendo y el aeropuerto va a ser el primer contacto con ese entorno.

O sea que, olividadas las incontables acusaciones al régimen saudí, las principales empresas europeas van haciendo caja.