El Aeropuerto de El Prat-Barcelona estrena este sábado el ABC System, el control de fronteras más moderno del mundo. El aparato se está instalando también en Girona, Madrid, Algeciras y La Línea, donde dos millones y medios de viajeros cruzan el Estrecho cada verano.
Según Enrique Belda, subdirector general del departamento del ministerio del Interior responsable de los Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad, “ABC System aumenta extraordinariamente las posibilidades de evitar que un delincuente o un terrorista burle un control de fronteras pero ese es un efecto colateral beneficioso del fin para el que se ha diseñado. Su misión central es que facilite la circulación de los ciudadanos de Europa y que no tengan que pasar por colas y esperas en las revisiones fronterizas", explicó a La Vanguardia.
La técnica ABC implantada ahora en el aeropuerto de Barcelona y próximamente en el puerto barcelonés se asemeja a una cabina de peaje. El mecanismo funciona sin presencia humana perobajo la supervisión remota policial. ABC System “identifica mediante varios parámetros al pasajero portador de un pasaporte o DNI electrónico, para el caso de los españoles, o del pasaporte electrónico para el resto del resto de los europeos. Veinte segundos bastan para pasar la frontera. En Barcelona hemos instalado 24 puestos ABC en la T1 y en la T2, de modo que la fluidez de paso será muy notable”, señala Belda.
Para su uso, el viajero debe colocarse ante la pantalla o espejo electrónico, insertar su documento y colocar la mano sobre el lector dactilar. El control lee las medidas biométricas del usuario, las compara con la foto, comprueba la huella dactilar y la validez del pasaporte y se conecta con tres bases de datos policiales internacionales. En veinte segundos se permite el paso.
Para usar este sistema se debe ser mayor de 18 años y disponer del documento electrónico. Las familias con niños no pueden usarlo y seguirán pasando por el sistema tradicional.
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Al principio, si triunfa la insensatéz, pronto van a tener que controlar a los ciudadanos europeos que todavía quieran visitar una Cataluña independiente.
Después de su "venezuelizacion", con un presidente de su república en manos de un conglomerado de partidos sin más programa que la consecución de una separación de España ya llevada a cabo (fundamentalmente por el hartazgo del resto de España), esos controles servirán para bloquear la huida masiva de ciudadanos que intentarán escapar hacia tierras que les permitan su desarrollo económico y personal en libertad...incluso escoger el idioma en el que se educará a sus hijos.
Teniendo en cuenta el talante aislacionista demostrado por las autoridades Catalanas desde la era Puyol hasta ahora, dudo que cualquier sistema de control de fronteras, por su reversibilidad, sea una buena noticia para los catalanes.