La llegada de vuelos regulares de las low cost Ryanair y Blue Air, los chárteres y el creciente número de pasajeros del aeropuerto de Castellón no han impedido que la instalación se enfrente de nuevo a un ejercicio con pérdidas. Cuando pague los 4,5 millones de euros del canon anual a su gestor SNC-Lavalin y las amortizaciones, sus números rojos alcanzarán los 9,2 millones de euros este año, según El Confidencial.
Los datos figuran en los presupuestos enviados por la Generalitat Valenciana al parlamento autonómico, de los que se deduce que el agujero del aeropuerto castellonense será de 53,3 millones en 2017. El gobierno valenciano inyectará de nuevo dinero en la infraestructura, unos 4,9 millones.
La previsión para finales de 2016 es alcanzar los 120.000 pasajeros en el aeródromo de Castellón, por el que hasta octubre han pasado 88.000 personas. Sus responsables insisten en que tiene más tráfico que una decena de aeropuertos de Aena.
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