Ucrania: los hoteles, llenos

Sólo hay un detalle sorprendente en la historia de los hoteles de este país. Y no es que haya pasado por problemas en 2020, cuando incluso tuvieron que cerrar. Ni que desde que se produjo una cierta normalización de la pandemia hayan acometido profundas modernizaciones, ni que el nivel de ocupación sea del 70 por ciento, ni que los directivos vean que este año las cosas van bien. Lo sorprendente es que todo esto esté ocurriendo en Ucrania, un país en guerra, donde los hoteles y el turismo siguen yendo bien.

La CNN precisamente pública un reportaje por lo insólito: mientras medio país se ha paralizado por el conflicto, los hoteles, incluso las estaciones de esquí, siguen llenos.

Si ustedes quieren, hay algunas diferencias: todos los hoteles tienen refugios preparados en sus sótanos que antes eran aparcamientos. Pero poco más.

La CNN recorre el hotel Leopolis de Lviv, o el Radisson Blu de la capital, encontrando todo casi normal. Incluso la normalidad define la vida en Bukovel, la estación de esquí en los Cárpatos, que sigue llena de gente. Aunque ahora son ucranianos y no árabes, dado que hay menos vuelos.  “Los ucranianos necesitan relajarse para seguir peleando”, dice el vicepresidente de la Asociación de Alojamientos de Ucrania.

El grupo hotelero Edem, por ejemplo, tenía listo para inaugurar en mayo de 2022 su tercer complejo en Kiev, precisamente mientras la ciudad era bombardeada. Eso obligó al retraso en el estreno, que definitivamente tendrá lugar este verano.

Otro negocio de los hoteles son las reunificaciones familiares. Las familias están ahora transitoriamente dispersas en varios lugares del país o incluso del exterior y emplean los hoteles como punto de encuentro o reencuentro.