Sandra Ortega Mera hereda el 30% de Room Mate tras morir su madre

Sandra Ortega Mera, hija de Amancio Ortega y Rosalía Mera, los fundadores de Inditex --matriz de Zara--, ha heredado el 30 por ciento de la cadena hotelera Room Mate Hotels tras el fallecimiento de su madre este jueves en un hospital de la Coruña al no haberse recuperado de un derrame cerebral sufrido mientras se encontraba de vacaciones en Menorca.

"La herencia de Rosalía Mera pasará a su heredera sin tributar prácticamente, puesto que en Galicia existe una reducción del 99% en los casos en que la base imponible del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones esté incluido el valor de una empresa de participaciones en entidades o de derechos de usufructo sobre los mismos", señala este sábado el diario El Economista.

"La reducción, no obstante, debe cumplir determinadas condiciones, como que el centro de gestión y domicilio fiscal de la entidad se encuentren en Galicia y se mantengan durante los cinco años siguientes a la fecha de devengo del Impuesto. Y en esta fecha, que a la sociedad le sea de aplicación la normativa estatal del Impuesto sobre el Patrimonio, estableciendo para las participaciones de entidades que no sean pequeñas y medianas empresas un porcentaje de participación mínimo del 50%, de forma individual o conjuntamente para el grupo de parentesco", agrega el citado medio.

La hija mayor de Amancio Ortega, según la cabecera económica, era ya titular del 50 por ciento de las acciones de Rosp Corunna -el otro 50 por ciento estaba controlado por su madre-, la firma patrimonial, a través de la cuál controlaban el 6,99 por ciento de Inditex, el 5 por ciento de Zeltia, y el 30 por ciento de la cadena hotelera Room Mate, entre otras inversiones.

Mera era la segunda accionista de Room Mate, solo por detrás de Sarasola, que controla en 40’3 por ciento, además de ser la propietaria de los establecimientos de la cadena en Barcelona, Miami y Nueva York. La inversión hotelera de Rosalía Mera cuenta también con el Hotel Bulgari que en la capital del Reino Unido, que supuso el primer hotel de lujo de nueva construcción que se inaugura en Londres en cuatro décadas.