Madrid, Lisboa, L’Hospitalet de Llobregat, Badalona, Sant Adrià, El Prat de Llobregat o Cornellà son algunos de los destinos elegidos en la Península Ibérica por los inversores hoteleros para llevar a cabo nuevos proyectos, pero sin incluir a Barcelona. Durante el 2019 no se ha producido ninguna operación de compraventa en la ciudad. La última inversión realizada en la Ciudad Condal data del 31 de diciembre del 2018. Se trata de la venta por parte del fondo KKH del Hotel Barcelona Edition por 80 millones de euros.
"En un mercado estable, en el que se puede conseguir una rentabilidad cercana al 6%, se están pagado unos 250.000 euros por habitación. En Barcelona, los precios están entre los 300.000 y los 400.000 euros por habitación, lo que es una situación anormal", ha explicado Bruno Hallé socio de Cushman & Wakefiel, especializado en el sector hotelero, según informa El Periódico.
Los precios de inversión se han incrementado un 30% en los últimos años, debido al efecto de la moratoria, lo que ha provocado que en algunas zonas el precio aumente hasta los 600.000 euros por habitación. “Todo ello también repercute en el precio que asume el usuario y ha provocado que grandes cadenas hayan elegido otras ciudades españolas para implantarse en el país”, indica el informe de la firma inmobiliaria Laborde Marcet (Barcelona apuesta a fondo por el turismo ‘bleisure’).
Asimismo, cabe destacar que en la capital catalana ya no es posible convertir edificios de oficinas o apartamentos en hotel, algo que ha terminado por favorecer a otras ciudades como Lisboa y Madrid. En esta última ciudad, se planea incorporar 12 nuevos hoteles, con 1.200 plazas, hasta el 2020. En las zonas cercanas a la Ciudad Condal también se ha puesto en marcha la construcción de una docena de hoteles para estos próximos tres años (Cuenta atrás para el primer OD Hotels en Madrid en un antiguo cine del centro).
En Barcelona, se abrirán cinco establecimientos entre el 2019 y el 2023. Se trata de propiedades que se autorizaron antes de que entrara en funcionamiento la moratoria hotelera. Aún así, se espera que a lo largo del año se concrete alguna operación de compraventa que se encuentra en periodo de negociación (Catalán (AC by Marriott): “La actuación de Colau ha sido más grave que el lío de los lazos amarillos”).
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Fantástico, igual en unos meses los barceloneses pueden empezar a vivir en su ciudad.
El turismo es fantástico, maravilloso, pero cuando el turismo perjudica gravemente la vida diaria de los habitantes de una ciudad, hay que ponerle freno para que no se vaya de las manos.
Y como se para listillo? Prohibimos el turismo? Llama la atención que ciudades similares a,Barcelona, como Madrid no tengan esa fobia a los turistas. Empiezo a pensar que los gobiernos de la extrema izquierda en realidad si son turismófobos. La izquierda como siempre arruinado ciudades, regiones, países y a sus gentes. Llevan haciéndolo desde el siglo XIX.
Todo con mesura y equilibrio es correcto.Barcelona se estaba convirtiendo en una caricatura de si misma,un circo de los horrores sin identidad,hay que racionalizar el turismo,hay más que de sobra,el que diga lo contrario que se intente pasear cualquier día por cualquier zona emblemática de Barcelona.No solo es dinero,dinero,es que una ciudad pertenece ,si,he dicho pertenece,en primer lugar a sus ciudadanos.
Esto que dices está muy bien, el problema que hay que si queremos transportes públicos buenos, limpieza, dar trabajo, cotizar, pagar pensiones, pagar subsidios, a los chicos de Omnium, de ANC, el 3%, etc etc, hay que ingresar por algún lado dinero.