Las vacaciones de ingleses en España, limitadas por las PCR

Este jueves el Gobierno británico dio detalles a la prensa de cómo será el sistema de vacaciones que regirá este verano, a partir de junio. Los mayoristas, las aerolíneas y las agencias de viajes se oponen porque consideran que encarece sensiblemente las vacaciones, hasta en 400 libras más por persona, aparte de los gastos del viaje en sí.

Definitivamente, habrá tres tipos de países: rojos, ámbar y verdes. Europa, específicamente España, con toda probabilidad estará en la lista ámbar. Para estar en la lista verde, habrá que tener un nivel de vacunación sustancialmente más elevado del que España estará en condiciones de ofrecer en agosto.

Puede darse la circunstancia de que Baleares y Canarias estén preparados para recibir turistas británicos y en la Península haya limitaciones.

Incluso para viajar a un país ‘verde’, se exigirá al regreso una PCR negativa, con un coste de cien libras (unos 120 euros). Pero en el caso de un país ámbar, estos gastos aumentan porque, aunque parece que no será necesaria la cuarentena, se exigirán más PCRs.

Según informan los medios de comunicación británicos, también los que estén vacunados habrán de someterse a los mismos controles y hacerse las mismas pruebas, pese a que la vacunación prácticamente asegura un resultado negativo del test. Las autoridades aducen de que no existen garantías de que, aunque no se enferme, una persona no pueda transportar el virus que pueda después expandirse en el país.

Para el sector turístico español, los retrasos ya crónicos en la vacunación en nuestro país más el encarecimiento de los viajes para los visitantes del único país europeo que tiene una inmunización elevada permiten deducir que la temporada turística será peor de lo habitual en un año normal, en el mejor de los casos. Sería el segundo verano consecutivo en el que el turismo en España se podría encontrar con problemas económicos muy serios.

Existe la posibilidad de que Gran Bretaña fraccionara sus colores por regiones. Difícilmente se puede pensar que la Península se divida, pero sí que las islas quedaran en una categoría diferente, si la vacunación avanzara.