Creo que ningún agente vinculado al turismo en Canarias debería dejar de leer la magnífica entrevista que el consultor Ivar Yuste concedió a Preferente. Yuste habla de cómo va el turismo, de sus perspectivas, del mundo del alojamiento, y apunta con el dedo al empresariado turístico canario diciendo que su actitud es “completamente pasiva”. Es raro que un consultor que vive de los contratos con los empresarios haga afirmaciones tan claras y tan directas, pero en este caso parece que Yuste no está dispuesto a ser políticamente correcto (“La comodidad de los hoteleros canarios es el origen de su debilidad comercial”).
Afirma que los grupos hoteleros españoles adolecen de tamaño crítico, porque el sector sufre “una atomización endémica” que en parte es responsable del escaso peso político del sector, que “durante la crisis del Covid resultó evidente que no existe interlocución ninguna con el Gobierno de España por parte del sector”. Añade que hay una tremenda “falta de marcas potentes hoteleras españolas, que sean reconocibles a nivel global” y, finalmente, la carencia de productos de alta calidad hace que “las tarifas medias que los grupos hoteleros españoles pueden sustentar son significativamente inferiores a las que generan los grandes conglomerados hoteleros globales”. Yo diría que hay algunas excepciones en cuanto a la intención, que no aún en los resultados, pero el diagnóstico es básicamente acertado por muy doloroso que resulte.
Yuste dice que el destino más afectado por esta situación y por la crisis del Covid es Canarias. Y, con valentía, da una razón: “la posición de comodidad adoptada por los hoteleros canarios durante décadas (con honrosísimas y escasísimas excepciones) está en el origen de la enorme debilidad comercial actual de este destino. Canarias, que podría estar compitiendo en la primera división de los destinos globales junto con Miami Beach, la Costa Azul Francesa, Tel Aviv, Dubai, Phuket, Bali, ha recibido la puntilla, resultado de la actitud completamente pasiva arrastrada durante años por parte de sus hoteleros”.
Quizás esta frase admita muchos matices, pero si lo vemos como un llamado de atención un poco brutal, vale la pena escucharla.
Curiosamente, la entrevista está apostillada por un empresario canario que lejos de contradecir estas afirmaciones, con sus palabras le da la razón a Yuste. Dice “diga lo que quiera, pero los hoteles están llenos”. O sea, ¿para qué vamos a repensar el producto?
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Yo vivo en Mallorca y soy mallorquín. Viajo a Gran Canaria 6 veces al año. Mi opinión es que La Playa de Palma -y especialmente El Arenal- se va deteriorando al mismo tiempo que Playa del Inglés y Maspalomas mejoran cada vez más. Veo más limpieza en las calles, hoteles recién pintados, y una sensación de seguridad muy superior a la de Mallorca. Y, además, en Gran Canaria nunca he visto a gente vomitando y tirada en el suelo como sí veo cada año por aquí de forma habitual.
Buenos dias. Exacto sr. Mato. Usted ha dado con la clave. Por mucho que repiense el producto,ninguno de esos "destinos globales" le llega a Canarias no a la suela, y ¿sabe por que?, porque lo esencial para tu viajar a un sitio es saber que no te van a pegar un tiro por la calle, que vas a ser atendido por hospitales con seguridad,que no te van a secuestrar,que encontraras todo tipo de alojamientos y,sobre todo, que va a hacer mejor clima que de donde vienes y con un despliegue de recursos naturales y no solo cemento y Sargazo. Y encima FUNCIONA TODO EL AÑO. Esa es la Esencia del turismo. Me parece increible considerar como "destinos globales" a destinos como Costa Azul, que funcionan 3 meses y a base se blanqueo de dinero. Todo envidia sr. Mato. Gracias
¿Para qué vamos a mejorar, racionalizar, innovar, si nos llega dinero día sía, día también simplemente por no hacer nada?. Típico del empresario medio español, así nos va. Ya decía áquel, que investiguen otros.
Esa es exactamente la autocomplacencia por la que Canarias no despega como destino “premium”.
Lo que está claro es que están muy acomodados y lo quieren todo hecho eso si luego se pasan la vida llorando por el precio que les pagan por las habitaciones y el tipo de clientes que les traen
Hay honrosas excepciones, pero coincido con la conclusión del Sr. Mato. Mucha inacción, pero desde que les conozco, llorando llevan 40 años, que si el tour operador, que si la OTA, que si las compañías aéreas, que si Grecia, que si Turquía...... Y asi seguirán otros 40 mientras siga saliendo el sol y los hoteles se sigan ocupando mejor ó peor después de cada una de las crisis, sin pararse a pensar si podría irles mejor el negocio si a nivel comercial hicieran algo por ellos mismos.
Se ve que Ivar Yuste conoce bien al empresariado y politicado canario. A pesar de las ventajas fiscales, muchas empresas pasan de invertir por las estructuras tan caciquiles y endogámicas de sus “élites”.