La irrupción de Arabia Saudí en el mercado supone un 'boom' espectacular

El turismo crece por todo. Prácticamente no hay región en el mundo donde el turismo no sea un éxito. Pero lo de Oriente Medio, pese a su clima agobiante, es impresionante: los expertos informan de que actualmente hay 875 proyectos en marcha para crear 216 mil nuevas habitaciones, algo nunca visto. Como indicador de la locura que supone este crecimiento, esta cifra indica un aumento del 23 por ciento respecto a hace un año, lo que significa que no sólo la inversión va bien, sino que crece (Arabia ficha a uno de los mejores para el mayor megaproyecto turístico).

Siendo este dato único, probablemente lo más revelador es que Arabia Saudí se ha sumado al crecimiento turístico, además de los ya conocidos Emiratos Árabes (Dubai, fundamentalmente). En las principales ciudades de Arabia Saudita se están tramitando o construyendo nada menos que 80 nuevos hoteles, con 27 mil habitaciones sólo para este año 2018. El dato confirma el cambio de apuesta de Arabia, donde, como en otros países de la región, parece que el turismo se convierte al menos en complemento del petróleo (Barceló lanza la marca Occidental en Oriente Medio).

La cadena que más crece es Hilton, que prevé abrir tres hoteles, uno en Jabal Omar, Riyadh y Al Khobar. Rotana está construyendo 14 hoteles que se abrirán antes de fin de año, y piensa abrir también más en Arabia, Irak (pese a sus problemas de seguridad) y Tanzania. Accor, la francesa, firmó 30 hoteles en la región en 2017, de los que siete son establecimientos que antes gestionaban otras empresas.

Este crecimiento brutal en la región tiene varios contrapuntos, siendo Yemen el más tremendo, con una guerra que desangra al país. Siria, obviamente, es otro caso dramático y, naturalmente, Palestina, siempre en permanente inestabilidad.