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EDICIÓN ESPAÑA

El turismo rural se encamina a un exceso de oferta

Marga Albertí/Palma. 27/11/08.- El turismo rural en España ha duplicado sus principales indicadores de actividad entre 2001 y 2007. Según datos del Instituto de Estudios Turísticos, en 2001 los establecimientos de turismo rural alojaron a más de 1,2 millones de visitantes, que generaron 3,7 millones de pernoctaciones. El 89,6 por ciento fueron turistas españoles, que sumaron el 83,8 por ciento de todas las estancias.

Seis años después, las principales cifras se habían duplicado con creces. El sector recibió el año pasado a 2,6 millones de turistas (2.645.237) que sumaron 7,9 millones de estancias. El 90 por ciento de los clientes fueron españoles, que contabilizaron el 83,6 por ciento del total de pernoctaciones.

Durante este periodo, el crecimiento paralelo del número de establecimientos y plazas ha sido imparable. Según los datos oficiales, en 2001 había registrados 5.497 establecimientos de turismo rural en España, con 42.925 plazas. En agosto de 2007 había 11.811 establecimientos abiertos (8.851 eran casas rurales, la modalidad con mayor demanda) y el número de plazas ascendía a 106.998 (un 49,2 por ciento más).

Exceso de oferta

Sin embargo, sobre el sector planea la sombra del exceso de oferta, que a medio plazo podría comprometer la rentabilidad. La creación de nuevas plazas es cada año una constante. Sólo en 2007 el número de alojamientos aumentó un 7 por ciento respecto al año anterior. Ello explica que los niveles de ocupación sean discretos y estén muy alejados de las espectaculares cifras hoteleras: en agosto de 2007 la ocupación más alta la registró la modalidad de hoteles rurales y no alcanzó el 60 por ciento. La media anual de todas las modalidades (hoteles, casas, apartamentos, albergues, turismo de naturaleza y grandes edificaciones) fue de sólo el 20,3 por ciento.

Pero el sector insiste en hacer una lectura optimista de las cifras. Para François Derbaux, consejero delegado de TopRural, el turismo rural está en España en pleno proceso de expansión. "La tendencia es a la especialización y a un notable incremento en la cifra de alojamientos hasta alcanzar a países como Francia, donde el turismo rural ya es un sector maduro", afirma.

Fuentes de la Asociación Española de Turismo Rural indican que la sobreoferta se debe en gran parte a los distintos planes de desarrollo impulsados por las comunidades autónomas y deriva también del intrusismo y las plazas ilegales, pero por ahora no amenaza la estabilidad del sector.

Lo que suceda en el futuro dependerá del grado en que el exceso de plazas multiplique las ofertas desmesuradas como fórmula de competencia y ello repercuta en la calidad. Un aspecto, el de la calidad, que este tipo de turista –con un perfil urbano, de clase media alta y en busca de una oferta diferente y alejada de las grandes aglomeraciones- valora especialmente.

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