Crece el acoso al Turismo en Mallorca: “Que la crisis la paguen” dos hoteleras

El acoso al Turismo en Mallorca vive nuevos episodios incluso en momentos en que la isla depende más que nunca del sector para subsistir. El último ataque contra los grandes empleadores isleños lo ha protagonizado el hasta hace poco presidente del Parlamento balear Baltasar Picornell, pidiendo “que la crisis la paguen” dos famosas cadenas hoteleras locales.

Picornell, como representante del Bloc d’Unitat Popular de Mallorca que integra a la izquierda independentista, exaltó hace unos días que la autoridad política “en ningún momento ha tenido el valor ni la intención de plantear una alternativa al monocultivo turístico”. “¡Que paguen las grandes fortunas y los grandes tenedores!”, añadió (Més, tras atacar a Escarrer: “La libertad de expresión no la entendemos igual”).

Los simpatizantes de esta ideología obtuvieron permisos para agruparse por la Diada de Mallorca, pese a que este martes los hosteleros han sufrido la prohibición de su protesta contra el Gobierno balear por el aumento de impuestos y multas cuando se les obliga a cerrar sus puertas por las restricciones a la sociabilidad por el coronavirus.

Hace algo más de tres años, el entonces vicepresidente de Baleares y también conseller de Turismo, el econacionalista Biel Barceló, se refirió a la libertad de opinar del presidente no ejecutivo de Meliá, Gabriel Escarrer padre, y dijo que su comentario entonces criticando la ecotasa “sobraba”, mientras el Gobierno balear calificó de “encerrona” que el hotelero hiciera públicos sus pensamientos sobre una medida que afecta a toda la sociedad de las Islas (Biel Barceló también cree que la libertad de opinar de Escarrer “sobraba”).

Mallorca y Barcelona vienen concentrando los ataques al turismo en los últimos años, en un fenómeno alentado después de que las autoridades permitieran que los alquileres de uso turístico se instalaran en zonas limitadas por los planes urbanísticos para usos residenciales al calor de Airbnb (Podemos niega la libertad de opinión a Escarrer, le descalifica y le difama).

En Mallorca, recientemente, un inversor hotelero como Jordi Badia, de Emin Capital, tras protagonizar la mayor transacción hotelera de la historia balear con la compra del Formentor al Grupo Barceló para ambicionar el establecimiento más lujoso del Mediterráneo bajo la marca Four Seasons, donó a ONGs locales más de 130.000 euros recaudados del mobiliario del hotel y pese a ello fue diana de ataques de referentes intelectuales de la cultura y la prensa (Un hotelero es despellejado en Mallorca tras una enorme donación a ONGs).

Hace dos años, también en la isla que es la cuna del turismo, el acoso contra los hoteleros procedió también de medios públicos, cuando un gran hotelero atestiguó como cámaras de la televisión autonómica pública hicieron guardia tres días en la puerta de su oficina cuando se supo que había sido detenido en Estados Unidos (El acoso y derribo a Luis Riu llega desde su propia tierra).

La hostilidad al Turismo estos pasados meses también ha tenido capítulos incluso desde el gobierno central, con ministros calificando al sector como “precario, estacional y de bajo valor añadido”, o el propio vicepresidente asegurando su intención de aprovechar la crisis para bajar la cuota del turismo en la economía, y hasta el presidente culpando al sector de que España sea el país con peores cifras de afectados, fallecidos y sanitarios contagiados del mundo en relación a sus habitantes (Las 5 frases de 5 gobernantes minando el turismo).