Benidorm, el quinto municipio español con más habitaciones hoteleras tras Madrid, Barcelona, Calviá y Palma de Mallorca, acude a Fitur con el protagonismo que marca la recién aprobada tasa turística por parte del Gobierno autonómico que encabeza Ximo Puig, así como por las quejas del sector hacia el Gobierno por su dotación a los viajes del Imserso.
La presión ejercida por la industria turística de la Comunidad Valenciana no surtió efecto, y el tripartito hace unas semanas aprobó la implantación de una tasa turística tras ceder el PSPV a la presión de sus socios de gobierno (Los hoteles estallan contra la tasa turística de la Comunidad Valenciana).
Los grupos parlamentarios que integran el Botánico como son el PSPV, Compromís y Unides Podem dieron entonces luz verde a esta norma que grava las pernoctaciones. Según lo pactado, el impuesto irá desde 50 céntimos por viajero y noche en camping u hostales a dos euros en hoteles de 4 estrellas en adelante. También estarán incluidos los pasajeros de cruceros, que deberán pagar 1,5 euros, así como los turistas que se alojen en viviendas turísticas de categoría superior (Rebelión contra tasa turística de la Comunidad Valenciana).
Se establecerá un tope de siete días y estarán exentos los menores de 16 años, los que vengan con programas sociales como los viajes del Imserso, por motivos de salud o por conflictos bélicos o similar. El dinero recaudado deberá ir destinado a mejorar los servicios e infraestructuras turísticas, luchar contra el intrusismo, al medio ambiente, a facilitar el acceso a la vivienda o a fomentar las buenas prácticas en las empresas.
Los empresarios hoteleros y turísticos de la Comunidad Valenciana, que se oponen a la polémica tasa turística, adoptarán medidas para intentar tumbar su aplicación. Hosbec ya ha anunciado que va a estudiar la impugnación de esta norma ante los tribunales, “ya que un impuesto bonificado al 100% es un impuesto claramente innecesario que no debería siquiera pasar de la fase de documento borrador”. “Si se desea crear un impuesto de carácter municipal, como se ha vendido, hay que hacerlo a través de una modificación de la Ley de Haciendas Locales”, argumenta.
La patronal, además, solicitará a todos los partidos políticos que incluyan en sus próximos programas electorales la derogación de esta norma antes de su entrada en vigor, prevista para 1 de enero de 2024.
La aprobación de la tasa turística a través de una proposición de ley del tripartito provocó que tanto la oposición como lo socios del PSPV mirasen hacia una misma dirección, la Agencia Valenciana de Turismo, el departamento que dirige Francesc Colomer, el alto cargo del Consell quien de manera más abierta, frontal y taxativa se había posicionado contra este impuesto (Golpe al turismo en Valencia y Benidorm al aprobarse la tasa al viajero).
La consejería valenciana de Presidencia defiende la buena gestión del alto cargo al subrayar la buena marcha del Bono Viatgem y las ayudas para reforzar al Imserso. El gabinete que preside Ximo Puig exhibe su deseo de mantener en el cargo a Colomer, pese a haberlo dejado desautorizado tras el acuerdo alcanzado con Podem y Compromís en sentido opuesto tras meses de pugna interna.
Puig se ha decantado por el ala más extremista de su gobierno en una materia tan sensible como es la del motor económico levantino, hasta el punto de que un alto cargo como el socialista Colomer no dudó en enfrentarse a una parte de su ejecutivo, llevándose por ello el reconocimiento de líderes turísticos y hoteleros como el de Benidorm.
Y dale con el levantino... Aquí somos valencianos y valencianas. Levantinos son los seguidores del Levante U.D.
Al ponentino o mesetario que ha escrito esto le falta cultura geográfica o le sobra centralismo cañí.
Por otra parte, manifestaré que la tasa turística es necesaria y se queda muy corta en esta tierra. Tenemos que financiar desde los servicios públicos valencianos.