Armengol presume de calidad mientras el alquiler turístico lastra a Baleares

La presidenta balear, Francina Armengol, continúa presumiendo de su discutida gestión del turismo de la comunidad. En un discurso durante la celebración de La Noche del Turismo, resaltó que la temporada turística ha transcurrido de manera “excepcional”, y ensalzó que la calidad es “la base del sistema turístico”.

Una calidad que queda en evidencia si atendemos a las numerosas quejas de asociaciones del sector y residentes en Baleares. Este verano ha estado marcado por el término “masificación”, principalmente en Mallorca, donde sus calles se han desbordado de turistas en fechas punta del año, algo que no ha ocurrido tan exageradamente en periodos anteriores.

Ello se debe, sin ninguna duda, al auge descontrolado de las viviendas vacacionales. Como viene publicando Preferente, la importancia de este segmento se ha multiplicado por 25 en los últimos 22 años. La isla contaba con 4.000 plazas de alquiler en el año 2000 y ahora ya superan las 103.000. (El día del Turismo, ante el reto de curarse de su gran enfermedad)

A ello hay que sumar la disparada oferta ilegal de alquileres turísticos. Sólo en la última semana de agosto, se detectaron 132 alojamientos turísticos con alguna irregularidad en Mallorca. La falta de medios de control ha provocado un boom de estas prácticas no regladas. Fuentes del gobierno confirmaron que cuentan con 15 inspectores para las 430.000 plazas, una cifra realmente ridícula.

Y ya no es sólo la cifra que abarcan, si no que se encuentran en una posición más favorable que el sector hotelero desde el punto de vista fiscal. Mientras a los hoteles se les exige un elevado nivel de impuestos, no se hace lo mismo con este tipo de alojamiento.

Pero lo más curioso es que Armengol alardea de las medidas tomadas para frenar el continuo incremento del número de plazas, cuando fue ella misma quien llevó a la isla a esta situación. “Crecer en plazas no es el camino para seguir progresando como destino turístico”, ha apuntado.

Si miramos los datos, el mayor salto se produjo desde 2015 con su llegada al ejecutivo. Se pasó de unas 300.000 a cerca de 400.000, como fruto del estímulo al alquiler vacacional. En su conjunto, supone un alza de alrededor del 30 por ciento en solo siete años en plazas alojativas en la isla. (El ecologismo destapa que la era Armengol disparó las plazas alojativas)