Ada Colau aún no ha cumplido un mes como alcaldesa de Barcelona pero ya ha marcado huella en su mandato. La moratoria hotelera que ha puesto en marcha supone una punta de lanza contra la burbuja turística que, según Colau, padece la Ciudad Condal, lo que ha transmitido el mensaje, incluso a nivel internacional, de que la capital catalana está contra el turismo. Sin embargo, Colau advierte: “Es justo lo contrario. Porque estamos a favor del turismo y queremos que siga siendo una actividad económica de primer orden, uno de los principales activos de Barcelona, queremos que sea sostenible”. Su férrea postura ya le ha supuesto enfrentamientos: “Ha habido presión del mundo empresarial inmobiliario a personas próximas para que modificara mi postura, pero no me dejaré intimidar por ninguna presión, venga de donde venga”.
La moratoria hotelera de Colau ha levantado las alarmas entre el sector turístico y económico en general. Frente a las críticas, la alcaldesa quiere aclarar que “no paramos nada, suspendemos nuevas licencias. Tenemos 70.000 plazas hoteleras que cubren la demanda actual y hay 43 nuevos hoteles en construcción que no van a detenerse. Suspendemos temporalmente la concesión de nuevas licencias porque han proliferado todo tipo de alojamientos, y no sólo hoteles o apartamentos sino también residencias para estudiantes que de residencias para estudiantes tienen muy poco”. Muy activa en el pasado en su lucha contra el encarecimiento de la vivienda, Ada Colau cree que el pujante turismo de Barcelona tiene similitudes con la burbuja inmobiliaria “que nos dejó un efecto devastador en la ciudad. Entre el 2008 y el 2013, la oferta hotelera ha crecido un 18,6 por ciento”.
En una entrevista concedida a La Vanguardia, la alcaldesa de Barcelona ha señalado que “hemos detectado que se han producido desequilibrios, como la alarma del verano pasado en los barrios más afectados por la presión turística. Hasta ahora se iban apagando fuegos cuando surgían. Hemos de poner orden, superar la política cortoplacista y electoralista, pensar en las próximas décadas para que esta actividad sea fructífera a largo plazo”.
Colau propone acabar con “los guetos, parques temáticos sólo para turistas de los que se expulsa a los vecinos. Un buen modelo turístico es aquel que hace que cualquier lugar de la ciudad sea bueno tanto para los vecinos como para los turistas”.
Por otro lado, es inevitable comparar la incipiente gestión de Ada Colau con la de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que ya ha señalado que “de moratorias, nada, y de turismo, todo”. Sin embargo, Colau se desmarca y señala que compartimos el mismo objetivo: tener el mejor modelo turístico para nuestras ciudades. Pero las situaciones de partida son distintas. Es posible que Madrid pueda soportar más carga de turismo sin sufrir nuestros desequilibrios”.
El daño está ya hecho. La inseguridad jurídica es incluso peor que la corrupción para el desarrollo de la economía y la creación de empleo.
Somos un país donde la industria del turismo es lo más preciado que tenemos y seguimos en manos de dirigentes incompetentes con el sector.
Quien lo iba a decir, los de Podemos harán que añoremos a Zapatero!!!
A ver la sobre oferta hace tirar precios baja ingresos y destruye puestos de trabajo, solo la ceguera política no lo ve.
Teniendo en cuenta el crecimiento desmedido de la oferta, lo mejor para la ciudad de Barcelona es una pausa de un año para repensar su modelo turístico. Un año para buscar el equilibrio entre el desarrollo y el bienestar de sus habitantes. Es el momento de actuar, ya que el futuro del turismo en la ciudad, pasa por no sobresaturarla y conservar su encanto.