Accor y su socio chino se distancian por la entrada del segundo en Europa

Con muy buenas palabras, pero Accor, el coloso europeo del alojamiento, ha vendido la mitad de su participación en Huazhu, el coloso chino de los hoteles propietario de más de 5 mil establecimientos con medio millón de habitaciones, que ha anunciado la compra de la cadena alemana Steigenberger. Todo muy amistoso, pero las dos medidas suponen, en la práctica, un alejamiento, por más que Sebastien Bazin, el presidente de Accor, conserve su puesto en el Consejo de Administración de Huazhu, cadena china que, a su vez, también tiene presencia en la dirección de la francesa.

Accor vendió la mitad de sus acciones en Huazhu por casi 500 millones de dólares (aún se quedará con casi un 6 por ciento del capital de la empresa china), con una revalorización de 4.5 veces respecto del precio pagado en 2016.

Huazhu, de forma inesperada, compró Deutsche Hospitality, una cadena hotelera alemana, con base en Frankfurt, por la que pagó casi 700 millones de euros. La operación supone que en la práctica, Huazhu puede empezar a competir directamente con Accor, aunque por el momento en una  medida muy modesta.

La relación entre las dos cadenas se inició en 2014 como un acuerdo de cooperación que se transformó en intercambio accionarial en 2016. 

El acuerdo de colaboración entre las dos cadenas supuso la apertura de 200 hoteles en China, mayoritariamente con marcas de Accor, de cuyo uso dispone Huazhu de contratos que la habilitan. Pero ahora el director general de Huazhu manifestó que es el momento para entrar a competir en el segmento de lujo, desconocido por la china hasta ahora.

El grupo alemán adquirido incluye la marca Steigenberger, que se sitúa exactamente en el segmento alto. Accor, por su parte, dispone de la marca Sofitel en el mismo segmento.